Todo se hacía como siempre, pero los coches no funcionaban como se esperaba al final de la línea de montaje, algo no iba bien, el automóvil se comportaba mal en carretera, la dirección fallaba... Desde la gerencia se observó que en la formación inicial de los operarios no se habían introducido grandes modificaciones para que ocurrieran aquellos fallos: Los instructores de módulos de formación se atenían al protocolo estricto y en raras ocasiones introducían alguna novedad, eso si supervisada por los estamentos superiores, evidentemente.