En marzo de 1800, en su famoso viaje por Sudamérica, el naturalista y explorador Alexander von Humboldt quedó impresionado por las anguilas de dos metros que podían encontrarse en algunos ríos y pidió a algunos pescadores locales que le ayudaran a capturar alguna. Para su sorpresa, los nativos siguieron una estrategia bastante rocambolesca, que consistí en introducirse en una charca con una treintena de caballos y mulas provocando una pequeña estampida para agitar el agua. Al momento, varias anguilas saltaban del agua y propinaban descargas...