Si has visitado el centro de Madrid estos días habrás vivido la experiencia asfixiante de estar atrapado en la multitud. La angustiosa sensación de no poder moverte con libertad, de no contar con el espacio necesario para caminar o incluso detenerte a mirar un escaparate, si así lo deseas. Tú lo has vivido durante unas horas, un instante en tu vida. Pero los animales criados en macrogranjas lo experimentan a diario, cada minuto de su vida hasta que son sacrificados.
|
etiquetas: vivir , ciudad , hábitos , piojos , hacinamiento , macrogranjas
A los de pueblo nos vendieron que el éxito es ir a mal vivir en una ciudad y de esos polvos estos lodos.
Ese esquema éxito-fracaso que tenemos tan asumido no es natural. Fue construido y alimentado en su momento para facilitar la llegada de mano de obra a la industria que el franquismo desarrollista decidió concentrar en las grandes ciudades.
Imposible, eso es que no te esfuerzas lo suficiente