
Edward O. Wilson: "La humanidad moderna se caracteriza por emociones paleolíticas, instituciones medievales y tecnología propia de un dios. Somos una mezcla y, en muchos sentidos, todavía arcaicos, una especie arcaica en transición."
“En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo.”
Ramón María del Valle-Inclán, Luces de bohemia.
“Fe significa no querer saber qué es verdad.”
Friedrich Nietzsche
“La religión es considerada por la gente común como verdadera, por los sabios como falsa, y por los gobernantes como útil.”
Séneca
“La creencia en lo sobrenatural refleja el fracaso de la imaginación.”
Edward Abbey
“Sigo diciendo que el que una iglesia tenga un pararrayos en el tejado, demuestra una falta de confianza e hipocresía mas allá de lo imaginable.”
Doug McLeod
“El mundo tiene dos clases de hombres - hombres inteligentes sin religión y hombres religiosos sin inteligencia.”
Abu'l-Ala al Ma'arri
“Desconfió de aquellas personas que saben muy bien lo que Dios quiere que ellos hagan, porque me doy cuenta que siempre coincide con sus propios deseos.”
Susan B. Anthony
“Todo lo que se puede afirmar sin pruebas, se puede rechazar sin pruebas.”
Christopher Hitchens
“Dios debería ser ejecutado por crímenes contra la humanidad.”
Bryan Emmanuel Gutiérrez
“Si resulta que hay un Dios, no creo que sea malo. Pero lo peor que se puede decir sobre él es que básicamente es un despreocupado.”
Woody Allen
“Los personajes y los acontecimientos descritos en la Biblia son ficticios. Cualquier semejanza con personas reales, vivas o muertas, es pura coincidencia. “
Penn y Teller
“El existencialismo no es una forma de ateísmo, más bien dice que, aunque dios existiera, nada cambiaría. “
Jean Paul Sartre
"Negar a Dios será la única forma de salvar el mundo. "
Friedrich Nietzsche
"La decisión cristiana de considerar que el mundo es feo y malo ha hecho al mundo feo y malo."
Friedrich Nietzsche
"La diferencia entre dios y yo es que yo existo."
Friedrich Nietzche
"La teología nunca ha sido de gran ayuda, es como buscar, a medianoche y en un sótano oscuro, a un gato negro que no está ahí".
Robert A. Heinlein
"Las guerras siempre empiezan mucho antes de que se oiga el primer disparo, comienzan con un cambio de vocabulario en los medios."
Ryszard Kapuscinski.
“Ser libre no es para cualquiera. Hay que tener coraje de quedar mal con mucha gente, despedirse de otros tantos y estar listo para ser odiado"
- Mario Benedetti... 🖋️
“Dosflores era un turista, el primero del Mundodisco. Según decidió Rincewind, turista significaba «imbécil».”
Terry Pratchett, The Color of Magic.
“Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado.”
Miguel de Unamuno
Era en el norte de la India, allí donde las montañas son tan elevadas que parece como si quisieran acariciar las nubes con sus picos.
En un pueblecillo perdido en la inmensidad del Himalaya se reunieron un asceta, un peregrino y un brahmín.
Comenzaron a comentar cuánto dedicaban a Dios cada uno de ellos de aquellas limosnas que recibían de los fieles.
El asceta dijo:
-Mirad, yo lo que acostumbro a hacer es trazar un círculo en el suelo y lanzar las monedas al aire. Las que caen dentro del círculo me las quedo para mis necesidades y las que caen fuera del círculo se las ofrendo al Divino.
Entonces intervino el peregrino para explicar:
-Sí, también yo hago un círculo en el suelo y procedo de la misma manera, pero, por el contrario, me quedo para mis necesidades con las monedas que caen fuera del círculo y doy al Señor las que caen dentro del mismo.
Por último, habló el brahmín para expresarse de la siguiente forma:
-También yo, queridos compañeros, dibujo un círculo en el suelo y lanzo las monedas al aire. Las que no caen, son para Dios y las que caen las guardo para mis necesidades.
“El Maestro dice: Así proceden muchas personas que se dicen religiosas. Tienen dos rostros y uno es todavía más falso que el otro.”
Cuento clásico de la India
Todos los hombres han de morir, pero la muerte puede tener distintos significados. El antiguo escritor chino Sima Chien decía: Aunque la muerte llega a todos, puede tener más peso que el monte Taishan o menos que una pluma. Morir por los intereses del pueblo tiene más peso que el monte Taishan; servir a los fascistas y morir por los que explotan y oprimen al pueblo tiene menos peso que una pluma
Mao Zedong - Servir al Pueblo - 8 de Septiembre de 1944
Deberíamos acabar con la idea absolutamente engañosa de que todo el mundo tiene que ganarse la vida.
Hoy en día es un hecho que uno de cada diez mil de nosotros puede crear un avance tecnológico capaz de sustentar a todos los demás. Los jóvenes de hoy tienen toda la razón al reconocer esta tontería de ganarse la vida. Seguimos inventando puestos de trabajo debido a esta falsa idea de que todo el mundo tiene que estar empleado en algún tipo de trabajo pesado porque, según la teoría Malthusian-Darwinista, debe "justificar su derecho a existir". Así que tenemos inspectores de inspectores y gente que fabrica instrumentos para que los inspectores inspeccionen a los inspectores. El verdadero negocio de la gente debería ser volver a la escuela y pensar en lo que fuera que estuvieran pensando antes de que alguien viniera y les dijera que tenían que ganarse la vida.
Andaba un dia Don Jacinto Benavente por las calles de Madrid cuando vio venir a un conocido periodista apodado "el caballero audaz".
Grande, enérgico y grandilocuente, peleón, espadachín, jactancioso y muy pagado de sí mismo,
El periodista se plantó ante Don Jacinto y le espetó enérgicamente:
«Yo no le cedo el paso a maricones».
Don Jacinto lo miró, se bajó de la acera y dijo:
«Pues yo sí».
De "Historias de la historia".
" El día en que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo"
Gabriel García Márquez
Estaban varios animales en una granja hablando sobre los seres humanos cuando, de pronto, el gallo hizo una pregunta.
-A ver, ¿a qué no sabéis qué es lo más divertido de los seres humanos?
-No, ¿qué?, ¿qué?, ¿qué? -preguntaron todos a la vez.
-Bueno, pues que siempre piensan lo contrario de lo que hacen, ¡están locos!
Y todos los animales comenzaron a reír.
-Por ejemplo -continuó el gallo-, tienen mucha prisa por crecer y cuando son mayores se lamentan porque su infancia pasó muy deprisa.
-Es verdad, es verdad -contestó el perro-. Además, están toda la vida trabajando y trabajando, pierden incluso la salud para tener dinero, y después, cuando son viejos, pierden el dinero para tener salud.
Todos los animales continuaron riendo.
-Y si os habéis fijado -intervino la vaca-, están siempre pensando en el futuro o en el pasado y la mayoría de veces no saben lo que están haciendo en el presente.
-Y yo que los conozco de cerca -añadió el perro-, viven como si no fueran a morir nunca y en cambio, la mayoría de ellos mueren como si no hubiesen vivido.
Cuento Popular
«Esta tierra es vuestra y debeis defenderla. Sino lo haceis dejará de serlo muy pronto. Defenderla con vuestra vida y vuestros hijos con la suya, no menosprecieis a vuestros enemigos, porque volveran , si queman vuestra casa, construid otra, si destruyen la cosecha plantad de nuevo, si vuestros hijos mueren haced mas, si os echan de los valles vivir en las laderas de las montañas, pero vivir, siempre habeis buscado jefes, hombres fuertes y sin tacha ¡pero no los hay! sólo hay hombres como vosotros, ¡cambian! ¡abandonan! Mueren, Los únicos jefes sois vosotros mismos, un pueblo que sabe ser fuerte es igual que una fortaleza inconquistable».
Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor.
Pronto la reunión se enfoco acerca del interminable estrés que les producía el trabajo y la vida en general.
El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más selecta: de porcelana, plástico, vidrio, cristal…, unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras y otras realmente exquisitas.
Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café recién preparado.
Cuando lo hicieron, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo:
-Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas, se terminaron primero y quedaron pocas de las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada quien prefiere lo mejor para sí mismo, ésa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos al “Stress”.
Continuó:
-Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café, en verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos.
Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores, después se pusieron a mirar las tazas de los demás.
Ahora piensen en esto: La vida es el café, los trabajos, el dinero, la posición social, etc. son sólo tazas que le dan forma y soporte a la vida, y el tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que llevemos.
A menudo, por concentrarnos sólo en la taza dejamos de disfrutar el café.
Anónimo
“Al Norte y al Sur, al Este y al Oeste, el hombre serrucha, con delirante entusiasmo, la rama donde está sentado”.
“Si las matemáticas y la ciencia tomaran el lugar de la religión y la superstición en la escuela y en los medios, el mundo se convertiría en un lugar sensato y la vida sería más digna de ser vivida. Que cada uno aporte por lo tanto su contribución, grande o pequeña, de modo que suceda esto, para mayor gloria del Espíritu humano”.
“No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”.
“Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones”.
“Ninguna fortaleza es tan inexpugnable que no pueda entrar en ella un mulo cargado de oro”.
Alejandro Magno
Sin rastro de humor es los treinta y un mil ciento dos versículos de la Biblia, sin rastro de humor en la letra de los ciento noventa y cuatro himnos nacionales.
Jorge Wagensberg
Para algunos el toreo es una práctica derivada de un mito religioso que todavía conserva parte de su antigua magia, y a la mínima discusión ciertos intelectuales sacan a pastar al buey Apis o se meten en el laberinto de Creta, aquella especie de coso donde el héroe Teseo le pegó unas verónicas al Minotauro como si fuera el diestro Cagancho. En cambio, otros, sin negar el fundamento e importancia del toro en las ceremonias genésicas de la mitología clásica, creen que aquel rito ha quedado reducido hoy a un espectáculo sin sentido, lleno de crueldad, de señoritismo y flamenquería, espejo de miseria social y gloria de almanaque.
La ignorancia nunca se halla muy apartada de la crueldad. Uno de los ingredientes de aquella España irracional lo constituía el culto a la muerte sin que ese rito se hubiera separado nunca de la violencia cotidiana y en la mayoría de los casos también de la miseria. Había un Dios feroz arriba que se nutría de oraciones y blasfemias; abajo se extendían las dehesas donde pastaba el toro bravo esperando ser sacrificado públicamente entre gritos en honor al genio de la raza. La bravura en los hombres y en las reses era lo más respetado.
Algunos sociólogos piensan que la sangre derramada en la corrida es muy rentable ya que sirve para neutralizar mayores atrocidades: si no se sacrificaran toros en la plaza, tal vez seguiríamos todavía sacrificando herejes en las hogueras de la Inquisición. Frente a esta deslumbrante estupidez está la evidencia de que la sangre llama a la sangre, de modo que uno empieza por degollar a un animal en medio de los clarines y el júbilo de la afición y acaba por matar a un primo hermano en una guerra civil bajo los himnos patrióticos y las trompetas.
Si insistes demasiado en esto, ya sabes a qué clase de insultos te expones: los taurinos te llamarán monja belga, para ellos serás un vegetariano que come alpiste con tenedor, un tipo sospechoso que se estremece ante la agonía de un pato y pasa por alto la muerte de un niño de África, un alma cándida a quien le gustaría instalar hilo musical en el matadero de Chicago y sustituirlo por una floristería. Otros más concienciados socialmente te dirán que denuncies primero los escándalos, los crímenes de Estado y las injusticias sociales y dejes tranquila a una afición que no hace daño a nadie. Esta dialéctica burda sólo es una parte del combate.
La cuestión consiste en saber si una sociedad que se divierte todavía con el rito de acuchillar a un animal tiene argumentos válidos para defenderse a sí misma de las injusticias y atropellos; si unos ciudadanos que contemplan impávidamente cómo se atraviesa con un rejón, se apalea con una garrota o le cortan los testículos en vivo a un novillo para conmemorar la festividad del santo patrón están moralmente preparados para enfrentarse luego a la tortura política y social.
La fiesta de los toros puede ser considerada cultura si el canibalismo también se toma por gastronomía, porque meter a un prójimo en una perola, cocerlo a fuego lento y zampárselo a continuación es una ceremonia más antigua, excitante y filosófica que cebar a una res con piensos compuestos en una factoría, encerrarla impunemente en un ruedo y degradar al público con el espectáculo de su sacrificio dentro de un manierismo de sangre.
Los castizos consideran el hecho de que un extranjero no vomite como una señal de que ha aceptado nuestra cultura y patriotismo. En efecto, es patriotismo y cultura un toro agonizando en mitad de un charco de plasma en la plaza y un misionero dentro de un cazo hirviendo en la selva. La autoridad lo permite y por desgracia en España el tiempo muy raras veces lo impide. Es lo que pasa. Que no llueve.
Con ser la fiesta de los toros un espectáculo grasiento, es mucho más casposo el que una persona honorable y no borracha, que puede ser un banquero, un ministro, un catedrático o incluso un rey, muestre entusiasmo al ver que un bello animal se va convirtiendo en pocos minutos en un embuchado sanguinolento. ¿Con qué derecho cualquiera de estos caballeros, al salir de la plaza de las Ventas, podría reprender a un niño que está apedreando a un gato?
Las imágenes multiplicarán por un millón esta carnicería y gracias a este río de plasma, planetariamente los españoles seguiremos siendo unos especímenes humanos que se divierten torturando animales y que hacen sonar las charangas para alegrar semejante degüello. La fiesta nacional tiene mucho color: el rojo de la sangre es el más auténtico. Por mucho que se enmascare con un esteticismo hortera o con un flato poético, una corrida de toros en directo o en diferido es el espectáculo basura por excelencia, aunque lo presida el rey de España y le guste a algún chino.
Se dice que los buenos aficionados no ven la sangre durante la lidia: no la ven porque están muy acostumbrados a ella, del mismo modo que no perciben el hedor del detritus quienes viven normalmente en un estercolero o se dedican a limpiar sentinas. Oiga, aquí huele a mierda. ¿Cómo dice usted? Que aquí huele a mierda. Pues yo no huelo nada. Usted no huele nada porque su nariz ya se ha hecho a la mierda. Sencillamente.
¿Abandonaría la plaza un buen aficionado si tuviera la certeza de que iba a morir el torero? En la corrida todo lo que no es muerte es tedio. ¿A qué buen taurino no le hubiera gustado estar en la plaza de Linares cuando el toro mató a Manolete? En cualquier tertulia a ese aficionado se le guardaría el mejor asiento. Sería considerado un clásico.
La diferencia entre un taurino y un antitaurino está en la mirada. El primero no ve la sangre ni la violencia: sólo ve la faena. El segundo sólo ve la sangre en primer término y se niega por principio a ir más allá porque considera que ningún tipo de belleza o de arte puede estar fundado en esa carnicería previa.
Si los escarabajos sacan pecho para seducir a su amada y en las noches de verano los alacranes bailan una esforzada danza prenupcial irguiendo la cola repleta de miel, esta ceremonia en esencia no es distinta de la que ejecutan los mozos en los encierros de San Fermín o de la violencia ritual que soportan las reses en miles de capeas en los pueblos donde los jóvenes se pavonean entre el sudor, el polvo y la sangre, bajo las miradas de las adolescentes que llenan los balcones. Este sacramento brutal de correr toros y de apalearlos o acuchillarlos después hasta la muerte haciéndose el gallo podría ser interpretado todavía como un rito sexual. Pero hoy las mujeres se han echado al ruedo y este hecho le ha quitado al rito todo su sentido.
Se dice que el espectáculo de la lidia es determinante para que la raza del toro bravo no se extinga. Pero, si bien se mira, no existe animal que esté más manipulado. En realidad se trata de un producto de factoría que se fabrica para que embista de una forma determinada con una duración aproximada de media hora. Y antes de que la lidia empiece, a ese toro que tanto adoran los ganaderos se le droga, le sierran las puntas de los cuernos, le desploman sacos sobre el espinazo hasta dejarlo baldado, lo someten a una serie de escarnios con objeto de que se luzca el torero que manda en la fiesta.
A uno le conmovió la miseria típicamente española que rodeó la muerte de aquel torero. Aunque no hay que olvidar una cosa. Lo que le pasó a Paquirri le sucede al toro todas las tardes, pero el hombre frente a la naturaleza se comporta con un corporativismo espeluznante, y, cuando el desenlace de la fiesta cae del revés, entonces monta un número de confraternidad de la especie que pone carne de gallina. Sin duda el hombre es un animal racional, si bien este elogio sólo lo dice él de sí mismo. Nadie más.
Durante este verano español, a la sombra de la bandera nacional entre moscas y humo de caliqueño, van a ser sacrificados 50.000 toros, en la plaza pública, o sea, habrá 100.000 estocadas, otros tantos descabellos, un millón de puyazos, una cantidad exorbitada de vómitos de sangre, garrotazos, degollaciones, caballos traspasados, pescuezos ensogados, linchamientos, cornadas en la barriga y otros desastres en general, y serán ofrecidos como escarmiento y norma de vida en corridas y capeas a los ciudadanos de este país.
"Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo."
“La última voz audible antes de la explosión del mundo será la de un experto que diga: «Es técnicamente imposible»”.
menéame