Durante la segunda semana del mes de agosto empecé a ver que, aparentemente, el frigorífico no enfriaba tanto. Las cervezas estaban algo más calientes de lo habitual y el agua del frigorífico no me ponía los pelos como escarpias. Baje la temperatura, y la cosa seguía igual. Poco a poco la cosa empeoraba, y el 16 de agosto llame al servicio técnico de Beko, al día siguiente me llamaron para concertar la cita, tenía que venir un técnico, y lo mandaron el día 22. Con el técnico en casa, mira el …