Vuelvo con las tramas.
Imaginemos a una monja de clausura que sale del convento para matar a alguien. Un viejo asunto familiar. Lleva treinta y cinco años en el convento, pero se ha enterado de que su familia la necesita. Lo hace.
Lo primero, va a ser difícil que la encuentren. O casi imposible.
Y si la encuentran, ¿a qué la van a condenar? ¿A estar encerrada?
Seguro que se come mejor en la cárcel que en el convento.
Está más allá de la ley y la justicia.
¿Alguna aportación?