«Uno de los mandamientos del crítico de cine es no perder la curiosidad jamás», afirma Alejandro G. Calvo. Y él no la ha perdido porque, a pesar de ver casi 500 películas al año, mantiene por el cine la misma pasión desbordante que le llevó a escribir sus primeras críticas siendo un adolescente y le hizo colgar el título de Ingeniería Química para lanzarse «con un riesgo suicida» a la profesión.
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No puedo estar mas de acuerdo. El western es un metagenero. Cualquier trama es válida