Alicante, carretera comarcal llena de ciclistas los fines de semana, voy detrás de un coche, que al acercase a un ciclista, se pone a 20 detrás, haciendo que todos frenemos. Línea continua, donde por el carril contrario no viene nadie. Frenazo, acelerón, frenazo... Sigue sin venir nadie, y así un minuto. Ya una cola detrás, el ciclista nervioso haciéndole gestos con la mano... Y lo adelanta intentando no pisar la línea continua, con un acelerón asustando al ciclista. 500 metros más adelante... Otro ciclista y volvemos...