Este artículo nace de un comentario de la noticia www.meneame.net/m/mnm/rusia-ue-barajan-usar-euros-actividades-economic
Vivimos en un mundo globalizado, y, por lo tanto, el mercado de las grandes compañías es único para todo el mundo.
El dinero surgió para solucionar los problemas que llevaba aparejado el trueque: unificar criterios de valor, soportar la estacionalidad de productos y servicios y generar confianza, entre otras muchas cosas.
Con el tiempo, el dinero fue cambiando de forma, pasando de ser piezas de metal con un valor prácticamente intrínseco a ser papelitos que decían que alguien poseía esas piezas de metal a buen recaudo, y que si ibas a verle con esos papelitos, te entregarían las piezas a cambio y sin rechistar.
Pasó el tiempo y tras numerosos cambios, el dinero es, como lo conocemos actualmente, muy distinto, aunque la mayoría de la gente no entendamos del todo cómo funciona. En la actualidad el dinero no es más que deuda. Es una promesa de que un ente garantizará el valor que tiene, es decir, se basa en la confianza que tenemos con el emisor, aunque sabemos que no tienen realmente nada que respalde al 99% del dinero que circula.
Emisores hay muchos, por ejemplo, los bancos centrales de USA y de Venezuela, y aquí es donde la confianza es clave. Imagina que tu empresa se cansa de operar en euros y decide pagarte la nómina con una moneda extranjera, y te da a elegir entre dólares o bolívares. ¿Cuál elegirías?. Pues eso es la confianza.
Hoy en día, en el mercado global se utilizan dólares y ello implica la confianza depositada de todo el mundo en el valor del dinero americano, e indirectamente sostenemos el sistema de USA, ya que nadie que tenga dólares (imagino que en el ejemplo anterior elegiste esa moneda para tu nómina) le interesa que el valor de esos dólares caiga.
Dejar de operar en dólares, significa una pérdida de confianza en USA y un fortalecimiento de la nueva moneda (euros, rublos o yuanes) y, por consiguiente, del banco emisor correspondiente y la economía que la respalda.
La FED es el organismo encargado de manejar los tipos de interés de la reserva americana, e indirectamente hace subir o bajar el precio del dólar. Ajustando ese precio, desequilibra la balanza comercial para beneficiar o no las importaciones, el consumo interno, etc. El problema está en que, a la vez, condiciona el mercado global, y por extensión las economías de los distintos países que operan en dólares.
Esta situación genera una pérdida de soberanía flagrante, frente a la que no se puede hacer mucho, por poner un ejemplo, cuando compro un móvil fabricado en China, el precio viene condicionado por lo que haya hecho la FED, lo cual no tiene muchas ventajas ni para China, ni para España (Europa).
Entonces, llegan los economistas y deciden que, para las operaciones entre China y Europa, vamos a dejar de operar en dólares, y hasta ahí, todos de acuerdo, la segunda parte es decidir qué moneda empleamos, ¿euros o yuanes?, es decir, que economía ha de subordinarse a la otra, cediéndole poder de decisión e indirectamente soberanía.
Por otra parte, en términos de eficiencia, operar globalmente con una sola moneda es mejor que utilizar un sistema de cambios fluctuante con varias. Por poner un ejemplo, si mi empresa fabricase en España, gracias a una patente americana, comprase las piezas en China y vendiese en Rusia, tendría que manejar euros, dólares, yuanes y rublos, pero es que, además, no serían operaciones simultáneas, sino que la patente la pagaría hoy en dólares, las nóminas las pagaría en euros durante 2 años, las piezas las pagaría hoy, y dentro de un año, en yuanes y, finalmente, en 2 años facturaría en rublos. Todo un reto para mi departamento financiero y un seguro encarecimiento de mi producto para cubrirme las espaldas..
Así pues, parece que tener una moneda global, es bueno por el lado de la eficiencia, aunque, el hecho de que su control esté centralizado, crea una ventaja competitiva evidente a su emisor.
El problema está en que pienso que el bitcoin no puede ser, a corto-medio plazo,la moneda de este mercado global.
Geopolíticamente, no existe una fuerza que prefiera al bitcoin frente a su propia moneda, por lo tanto ningún organismo oficial (banco central, país, unión, región, etc.) luchará por ello, ya que sería una pérdida de control / soberanía, y en definitiva, de poder.
Los principales beneficiados en una moneda descentralizada, aunque no lo sepan, son los ciudadanos, pero estos no tienen lobbies que defiendan sus intereses, así que lo único que nos queda es utilizar bitcoin (o la moneda que sea) cada vez más y obligar con ello a que las empresas tengan que operar con ellas poco a poco.
El camino será largo y duro, y existirán todo tipo de trabas, ya que la pérdida de valor de las actuales monedas sería total, debido a que la economía real se basaría en bitcoins y sus monedas se quedarían con el dinero “inventado”: fiduciario, deudas (públicas y corporativas) y apalancamientos, es decir, nada.
Por ello, todos los políticos estarán en contra, así como las grandes compañías que tienen un gran interés en que todo siga como está, pero los avances no suelen detenerse, sólo podrán retrasarlo.
Hoy en día hay gente que discute si el coche autónomo supondrá el fin de los taxistas, camioneros, etc. En mi opinión, pierden el tiempo, lo único discutible es si será el año que viene, dentro de 5 ó 10.
Con las monedas, ocurrirá lo mismo, el problema es saber cuándo ocurrirá, porque ese día muchas personas (físicas y jurídicas) se arruinarán por dar valor a lo que no lo tiene.
Disclaimer 1.- No soy economista, por lo que puedo haber cometido muchos errores de concepto (lo siento).
Disclaimer 2.- No soy periodista, por lo que he cometido muchos errores de redacción.
Disclaimer 3.- Mi mujer ya se ha levantado y tengo que hacer cosas en vez de revisar el texto.