Hola a todos,
Acabo de llegar a este espacio y me ha parecido que estos artículos podían ser de opinión. Así que me estreno con una reflexión que lanzo y os invito a complementar con vuestro punto de vista. Porque la única forma para avanzar y aprender es escucharnos entre todos. Y si me he equivocado con este escrito, pido perdón y tomo nota para en un futuro si me animo a publicar de nuevo, cumplir exactamente con el espíritu de este apartado.
El año pasado empecé a publicar un podcast y el primer pensamiento que tuve es compararlo con la radio. Gran error. Es lo mismo que el que dice que YouTube es televisión. Y es que aunque nos parezca a ojos inexpertos que son el mismo producto, tienen matices que los diferencian entre sí.
Ritmo diferente
Fuera de la diferencia que unos emiten por internet y los otros no, vemos una estructura diferente de durada y manera de presentar los materiales. Los podcast una de sus virtudes y que sus oyentes valoran mucho es la corta duración. Hacer programas que superen los treinta minutos suele dar malos resultados porque hablamos de una audiencia rápida, que quiere escuchar y entretenerse en ese momento libre que tiene. Pero no es una figura de fan que quiere estar horas enganchado a un contenido. Quiere rotar y enriquecerse con varios autores.
En cambio la radio sí tiene un perfil de oyente fiel. Es alguien con un horario fijo y que quiere llenar las horas con la compañía de una voz. Suele convertirse en una cita que no puede perderse, creándose un vínculo especial hasta el punto que se siente parte del programa. Los podcast aunque intentamos conseguir ese vínculo, cuesta más.
Prueba de lo que digo es que son contadas las ocasiones en que vemos que un podcaster tiene un número de escuchas similar en todos sus audios. Podremos ver cómo un audio consigue un pico muy llamativo de reproducciones y otro en cambio, pasa desapercibido. ¿Quiere decir que ha empeorado? No. Simplemente nos indica que por estar en internet, se mueve por la viralidad. Puede que hayas conseguido que se difunda más un audio que otro. O que la temática fuera más morbosa y la gente quisiera escucharlo y el siguiente que es información sin salseo, prefieran invertir su tiempo en otro material. Pudiendo ser mejor programa que el que has cosechado el mejor resultado.
Emisión en directo
Este es otro punto que aunque parezca una tontería, sin lugar a dudas es el fundamental y que los diferencia. La radio aunque puedes emitir programas grabados, su sello es el directo. Es con este factor que consigue la conexión con sus oyentes. El poder llamar o escucharse a los pocos minutos de enviar un audio, es sin duda la mejor manera de hacer que una persona sienta como propio ese proyecto.
Los podcast aunque hay servicio en streaming que nos permitirían imitar esta función, no termina de ser lo mismo y da muchos problemas. Al menos a los creadores de habla hispana. Mi última andadura junto a unos compañeros es poner en marcha una radio comunitaria que publicará vía internet. Para ello el servicio y lo que estamos trabajando es tener un streaming en calidad. Algo que estamos descubriendo que es complejo y delicado.
Técnicamente pide unos medios e inversión considerables. Y aún así por otros compañeros, sabemos que por ejemplo el que entren oyentes en directo utilizando los canales habituales como pueden ser Skype, el sonido que se obtiene es deficiente. Haciendo que el podcast su fuerte sea la producción grabada.
Y es que trabajar en modificar y limpiar los audios es el fuerte de este formato. Puedes pedir de esta manera que la gente mande audios para tener este factor de interacción con los oyentes. O con los invitados tener guiones y que cada uno realice su parte desde su casa. Y que la magia de la edición obre milagros y resultados increíbles.
Es por estas cuestiones y alguna más que me dejo en el tintero, que sí considero dos cosas diferentes el podcast y la radio. Ocurriendo como he podido confirmar que algún radioaficionado no sea capaz de escuchar un podcast entero. Y alguien que no podría estar horas escuchando un programa de radio, le chiflen los podcast.
De ahí que considero que es importante asumir este hecho y centrarnos cada uno en nuestros nichos de oyentes. O que si queremos optar por acceder a ellos, tener claras esas diferencias y que muy posiblemente lo que creemos sea un producto intermedio de estas dos categorías.
Y vosotros qué pensáis: ¿son lo mismo o cosas diferentes?