QuarkChain es una nueva blockchain descentralizada, segura y escalable que pretende alcanzar más de un millón de transacciones por segundo on-chain a través de la tecnología sharding. Es decir, por un lado, se construye sobre los dos grandes valores de la blockchain, la descentralización y la seguridad, y al mismo tiempo utiliza la tecnología más puntera del mundo centralizado, el sharding, para solucionar uno de los mayores problemas de la blockchain actual, la escalabilidad. Podría decirse que junta lo mejor de los dos mundos sin traicionar los valores de la blockchain y manteniendo el equilibrio entre descentralización, seguridad y escalabilidad.
La escalabilidad es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las blockchain tradicionales, ya que si millones de personas quisieran hacer de las criptomonedas su principal medio de pago la red se vería colapsada. Bitcoin representa la innovación en muchos aspectos, pero no está diseñado para la escalabilidad.
Actualmente la red Bitcoin tiene la capacidad de realizar 7 transacciones por segundo, si comparamos estos datos con los de sus homólogos del mundo centralizado como PayPal (193 tps), VISA (1667 tps) o Alipay (120000 tps), podemos observar que existe una gran brecha y mucho espacio que desarrollar en esta área. Pero para poder alcanzar una correcta escalabilidad, ésta tiene que ser diseñada desde el principio del proyecto, y eso es precisamente en lo que se centra QuarkChain.
QuarkChain pretende acabar con el problema de escalabilidad a través de un diseño de dos capas que facilitan las transacciones on-chain, la sharding layer y la root layer. La sharding layer se encarga de la escalabilidad permitiendo un alto rendimiento debido a una eficiente distribución de datos. En este sentido, cada blockchain menor o shard procesa un subconjunto de todas las transacciones de forma independiente, por lo que cuantos más nodos haya, mayor será el número de transacciones que puedan ser procesadas simultáneamente. Por otra parte, la root layer es la encargada de la seguridad, ya que confirma todos los bloques de los shards pero no procesa transacciones en sí mismas.
Este diseño en dos capas permite dedicar el 50% (o más) del hashpower a la root layer lo que impide cualquier tipo de actividad maliciosa, ya que cualquier intento de atacar una transacción implicaría también atacar la root chain, la cual tiene un gran hash power, por lo que todas las transacciones de los shards quedan protegidas.
Así mismo, QuarkChain tiene un diseño permission less lo que permite que cualquier usuario pueda contribuir a la red (sin necesidad de unirse a pools, registrarse o poseer tokens). Simplemente con tener el suficiente hash power el usuario podría unirse, contribuir y recibir incentivos de la red. Además, QuarkChain permitirá que los usuarios puedan completar estas funciones a través de su teléfono móvil. Algo impensable hasta el momento y completamente innovador que la convertirá en una blockchain mucho más accesible que las tradicionales.
Cabe señalar que su testnet ya está operativo y ha demostrado conseguir más de 2279 tps usando solo unos pocos nodos. El equipo planea realizar un public test en mayo, y a mediados de este año el lanzamiento open source para que la comunidad pueda contribuir solucionando bugs y optimizando su rendimiento.
Otro aspecto interesante es que su código está escrito en Solidity (más de 10000 líneas de código), por lo que aquellas aplicaciones descentralizadas construidas en Ethereum y que necesiten de un alto rendimiento tendrán gran facilidad para migrar a QuarkChain.
Pero además de la idea, un proyecto necesita de un gran equipo para llevarla a cabo, y el equipo de QuarkChain está formado por un grupo de académicos y reputados técnicos cuya experiencia posibilita la consecución de sus objetivos. El CEO, Qi Zhou, es doctorado por el Georgia Institute Technology y tiene más de 15 años de experiencia en empresas como Google y Facebook como desarrollador e ingeniero, especialmente en el área de escalabilidad.
Pero, aunque la escalabilidad en la blockchain se encuentra en una etapa temprana, en los últimos meses han surgido nuevos proyectos centrados en mejorarla. Uno de los más prometedores es Zilliqa, que ya ofrece una solución basada en la tecnología sharding y que actualmente alcanza una capitalización de mercado de casi un billón de dólares. Si comparamos su capitalización con la de QuarkChain (que pretende recaudar 20 millones de dólares en su ICO) podemos observar su gran potencial de crecimiento.
Por último, cabe resaltar la gran acogida que ha tenido el proyecto en la comunidad, actualmente su grupo de Telegram supera los 50000 miembros, su código ha recibido un feedback muy bueno por parte de desarrolladores de todo el mundo y se mantiene en los primeros puestos de las clasificaciones de expertos en ICOs como Ian Balina, Blockchain Brad, Ico Drops, Crush Crypto o Coin Bloq.
En definitiva, QuarkChain está construyendo una blockchain descentralizada, segura y escalable que viene a solucionar uno de los grandes problemas de las blockchain tradicionales de una forma innovadora y con un gran equipo detrás. Sin duda, tiene todo lo necesario para lograr su objetivo de alcanzar un millón de transacciones por segundo on-chain y convertirse en uno de los proyectos más prometedores del 2018.