Vuelves a la paginita de los huevos, maldita sea el día que la descubriste y el que te la descubrió, puto agujero de tiempo; pero la portada se actualiza lo justo para tenerte enganchado. A ver si hay noticias nuevas. Y las hay. ¿Es una noticia a favor de tu ideología? ¡Sí que lo es, tendrás que menearla! Pero la meneas porque es informativa, porque es útil, o... No. La has de menear para que siga en portada, y con bien de meneos para que se vea que es importante (lo de leer o no el contenido ya es secundario).
Porque con tu meneo vas a cancelar el voto de un imbécil que quiere hundirla. Y lo peor es que ese ni siquiera tiene interés personal. Es que es un troll, o le pagan para que lo haga, o porque es un tonto útil mal informado.
¿Pero a tí por qué te importa que siga en portada?
¡Pues porque así la leerá más gente, y estará más tiempo disponible para que el mensaje llegue a más personas, y les haga pensar!
Porque, desde luego, con los medios de comunicación generalistas, lo tenemos claro. Esos no van a mostrar estas noticias; tienen demasiados intereses. La salvación vendrá por Internet. Tal vez, junto con unas noticias más como esta, se cambie la manera de pensar de muchas personas que aún tienen una venda cubriendoles los ojos, y se vuelvan a mi ideología y vote a los míos. ¡Y ganamos las elecciones, y España es mejor! ¡España tiene mucho potencial para ser mucho mejor, solamente necesitamos que el mensaje llegue a mucha gente!
Pues no. ¿Sabes lo que pasa con cada clic? Te aplacas un poquito porque has hecho algo. Cada clic apacigua un poquito tu mala ostia. Y así, clic a clic, te has apaciguado lo justo para pasar el día.