Nací en Barcelona, mi padre también y su madre también lo era, catalana de las de toda la vida. Eso si, su padre era malagueño. Por otro lado tiro más a lo valenciano.
El caso es que veo dos clases de idiotas, unos que creen que ellos son todos los catalanes y que saben lo que queremos todos los catalanes y hablan en nombre de todos los catalanes, y otros que dicen que como quienes gobiernan son independentistas pues todos los catalanes lo somos. Estos se dividen en los que odian a muerte a todos los catalanes y nos boicotearían, y los que se creen tan amantes de la democracia que ya han decidido que mejor dar a “los catalanes” lo que quieren. Claro, porque ellos saben lo que pensamos todos.
A lo mejor es que no soy catalán, y si no se es independentista no puedes serlo ni para unos ni para otros. Debo ser eso que llaman un apátrida.
Pero bueno, ya tengo bastante con los idiotas de aquí como para preocuparme de los de fuera.
Oigo decir a los de aquí -a los idiotas me refiero- que en democracia lo normal es votar, y que los que no lo permiten son opresores de la democracia.
Me encanta la democracia, de la que dicen Churchill manifestó era el menos malo de los sistemas de gobierno. El problema es que para defender la democracia no basta con hablar elocuentemente de ella, sino que hay que actuar según sus principios.
Es difícil resumir, pero en democracia todos opinan libremente, y se actúa según la mayoría. Se actúa según esa opinión mayoritaria pero se gobierna para todos. No se desprecia a aquellos que han participado democráticamente aunque su opción no fuera la elegida.
En Cataluña muchos municipios pertenecen a la AMI (Asociación de Municipios per la Independencia, y a mi esto ya me parece poco democrático. En los pueblos hay gente de izquieda, de derecha, de extremos, independentistas, ecologistas, animalistas, etc. pero los municipios no tienen ideología y sus alcaldes aunque defiendan lo que exponen en sus programas deberían de gobernar para todos y no decidir lo que opina el conjunto del pueblo.
Es un poco como las declaraciones de ciudad antitaurina o gay-friendly. Me parece bien que el partido ganador dicte normas o promueva en uno u otro sentido, pero dudo que sea democrático establecer por decreto que una ciudad entera piensa de tal o cual manera.
Decir que un municipio es independentista porque gobierno yo, es negar que puede que pierdas en las siguientes elecciones y no te parecerá tan estupendo si gana otro partido y declara al municipio “español, torero y olé”. Bueno, si lo hacen serán fascistas, imperialistas y opresores de la democracia, cosa que “afortunadamente no sucede si tu municipio es lo que declara tu partido.
A la entrada de mi pueblo hay una bandera estelada en la rotonda. Yo he sido de poner la Senyera muchos años en el balcón por Sant Jordi o la Diada, pero parece que la Senyera ahora es “poco catalana”, porque incluye a catalanes no deseables como yo, a apátridas.
En el castillo ondea una bandera estelada. Cuando salen los gigantes uno lleva una estelada, en la peregrinación a la ermita para agradecer que la peste “sólo” mató al 60% de la población en el s.XVII, las pancartas por el camino te invitaban a apoyar al referendum, y mientras el cura oficiaba -y yo paseaba al perro- detrás una parada promovía la independencia.
En el pueblo hay muchos grafittis en paredes haciendo referencia a la independencia, los maulets, el 9-N, etc. Muchas esteladas, incluso dos de ellas en la fachada del ayuntamiento. Claro, no se pintan porque defienden las ideas del equipo de gobierno.
Vivo en Calaf, provincia de Barcelona. He escrito al alcalde varias veces solicitando ondee la Senyera en el castillo y pinten las falladas. Me gustaría que en mi pueblo los actos culturales no se convirtieran en políticos. No creo que lo consiga.
España nos roba. Dicen. Aunque Calaf está en la comarca de la Anoia, y en los folletos de Castillos de Frontera editados por la Generalitat y el Consell Comarcal, aparecen todos los castillos de la comarca menos el de Calaf, que por cierto es del 1085 y Monumento Histórico Nacional de España. Bueno, quizás no he mencionado que el Consell Comarcal está en Igualada y Calaf quiere independizarse y formar una comarca propia de la que ser capital : La Alta Segarra.
Mientras nos roban de las rutas turísticas, he de decir que lo de Calaf no es un caso único. En muchos municipios cuelgas esteladas de la iluminación pública, e incluso he oido al Carnestoltes (personaje de Carnaval) dar un discurso proindependencia en otra población.
No sé si soy catalán, porque no veo ondear mi bandera. Mi pueblo y mi gobierno autonómico hablan de declaraciones unilaterales y las fiestas son actos políticos.
Dicen que 15 días antes del 1-O empezará la campaña. ¿Y qué es lo de ahora?