Esta semana la derecha más neoliberal de España ganaba las elecciones en Madrid con más votos que en las elecciones anteriores, y muchos ríos de tinta se han escrito al respecto, pero poco se enlaza este hecho con la ola neoliberal que vivimos a nivel mediático y social en España desde hace unos años.
Es cierto que el neoliberalismo en España no es nuevo, y viene funcionando dentro del PP desde casi siempre, con su referente más importante en la figura de Esperanza Aguirre y sucesores en la Comunidad de Madrid. Sus defensores ponen Madrid como ejemplo de lo bueno que tiene la gestión privada en el desarrollo económico en la última década, obviando claro, que la centralización de infraestructuras en Madrid en el mismo periodo ha sido brutal, favoreciendo sin duda la migración de miles de personas a una ciudad en la que, por ejemplo, puedes plantarte en AVE en un momento desde cualquier punto de España, mientras que las conexiones otras zonas como el litoral son tremendamente deficientes.
Pero más allá de eso, lo nuevo, lo que es diferente, es que el neoliberalismo había gozado en España en general de mala prensa. Claro, hablábamos de una época donde aún existían las huelgas generales y los domingos eran para leer el periódico, y no para ir a comprar un bote de cola a la ferretería. Pero han pasado los años y la conciencia social en España se ha ido deteriorando más y más, hemos aceptado que los horarios comerciales de lunes a domingo son lo normal, que los festivos ya no lo son tanto, que pagar por un seguro médico es algo necesario, y que ir a un cole público ya no mola porque es un gueto.
Sin darnos cuenta, nos hemos ido convirtiendo en un país abonado a la entrada del neoliberalismo, a la privatización de la sanidad, a la desaparición paulatina de la educación pública, a la privatización de las pensiones, desaparición de los convenios colectivos, etc.
Un ejemplo bien claro es la demonización del sindicalismo (que no de determinados sindicatos) que se ha conseguido por parte de los neoliberales. Hablas con muchos trabajadores y te dicen que un sindicato no vale, al mismo tiempo que llora por lo que le hace su jefe y tiene miedo a levantar la voz por si lo echan, y no tiene nadie (sindicato) que pueda defenderlo. Al mismo tiempo, algunos nuevos ricos "youtubers", sirven de ejemplo a miles de jóvenes sobre que pagar impuestos no es algo "guay", en un país donde de por sí, la conciencia de lo colectivo y del pagar impuestos brilla por su ausencia.
La derecha neoliberal se acerca, y viene con su solución a la crisis en la que nos metemos o de la que todavía no hemos salido, y es más neoliberalismo. Y muchos trabajadores lo van a comprar.
La izquierda tiene que hacer pedagogía porque nos jugamos mucho. El feminismo, el apoyo a causas minoritarias es importante, pero no puede ser el centro del discurso. Para empezar quedan dos años para las próximas elecciones, y la prioridad debe ser sacar la economía adelante y dar estabilidad al país, y al mismo tiempo empezar a dar razones al votante de por qué es mejor votar a la izquierda, porque más allá de los discursos con la "e", la mayoría de ciudadanos quiere poder trabajar y ganar un sueldo digno. Si este gobierno no se centra en esto la siguiente legislatura tendremos un gobierno neoliberal en lo económico y ultraconservador en lo social.
Además, la izquierda o el gobierno, más vale que se de cuenta de que con unos medios de comunicación, y otros medios de difusión de bulos al servicio del neoliberalismo cualquier mínima cagada que hace 10 años no tuviera ningún efecto, hoy se repite manipulada hasta la saciedad a cientos de miles de personas.
2 años por delante en lo que nos jugamos mucho de nuestro futuro país. Espero que estén a la altura.