Los nazis, a pesar de su fama de tener una ideología opuesta al comunismo y más cercana al capitalismo, se organizaron dentro de una ideología socialista. El tipo de socialismo que se llevó a cabo durante el Tercer Reich no está dentro de la rama del marxismo o socialismo científico, ya que éste no es el único socialismo que existe históricamente.
Los nacionalsocialistas se inspiran en el socialismo ético del filósofo idealista Johann Gottlieb Fichte (Rammenau, 19 de mayo de 1762 - Berlín, 27 de enero de 1814), al que consideran el primer nacionalsocialista de la historia, formulado en su obra “El Estado Comercial Cerrado”.
Los nazis consideran que el socialismo supone la subordinación de los medios de producción a los intereses generales de la comunidad nacional representada por el Estado, pero ello no implica necesariamente la nacionalización de los medios de producción y la abolición de la propiedad privada, sino un sistema de propiedad fiduciaria donde la producción privada, los precios del mercado y su distribución se encuentren planificados, controlados y dirigidos por el Estado.
Para ello, el 13 de septiembre de 1933, el régimen germano instaura, con la creación de la Organización Nacional de Agricultura (Reichsnahrstand), un sistema de propiedad fiduciaria sobre la tierra agrícola, donde la entidad pública tenía la facultad de controlar la producción, la distribución y los precios de los alimentos.
Posteriormente, el 20 de enero de 1934, se extiende el sistema de propiedad fiduciaria de la agricultura (Reichsnahrstand) al ámbito industrial, mediante la promulgación de la Ley de Ordenación del Trabajo Nacional (AOG), donde se implantaba el concepto fiduciario de propiedad en las empresas fabriles germanas, estableciéndose que la gestión del empresario se encontraba subordinada a los intereses superiores de la nación, representada por los fideicomisarios de trabajo (Treuhänder der Arbeit) designados por el Estado con la capacidad de emitir órdenes vinculantes con respecto a las horas de trabajo, las políticas salariales y las condiciones laborales.
Por esta razón, el verdadero objetivo de la ley era fortalecer el control, la tutela y la vigilancia estatal sobre la gestión empresarial. Los fideicomisarios de trabajo debían garantizar el mantenimiento de la paz social y, para ello, tenían la facultad de participar en la implementación de la jurisdicción del honor social.
Las penas judiciales del Tribunal de Honor Social iban desde una simple amonestación y multas en metálico, hasta la destitución del empresario como gestor de la compañía (expropiación) y, con esta finalidad, el régimen germano ya había suspendido el 28 de febrero de 1933, el artículo 153 de la Constitución de Weimar que garantizaba la propiedad privada (permitiendo al Estado la posibilidad de expropiar propiedades por interés nacional sin necesidad de indemnizar a los afectados).
En el capítulo 8 de la primera parte del libro “Mi Lucha”, Hitler reitera la subordinación del poder económico al poder político y resalta que los derechos de los trabajadores deben ser respetados. En este mismo capítulo, el autor asevera que la lucha del nacionalsocialismo en el plano económico va dirigida contra las entidades crediticias y las sociedades anónimas bursátiles (rentas de capital o capitalismo).
No obstante, lo más importante de este capítulo es que Hitler confirma a Gottfried Feder (Wurzburgo, 27 de enero de 1883 - Murnau, Alta Baviera; 24 de septiembre de 1941) como el ideólogo del nacionalsocialismo, reservándose para sí mismo el papel de líder político con la misión de llevar a la práctica las teorías de Feder.
En otras palabras, buscando una semejanza con el comunismo, Feder haría el papel de Marx, mientras que Hitler haría el de Lenin. La diferencia entre súbditos y ciudadanos, Hitler la toma del libro de Gottfried Feder “El Estado Alemán y sus Bases Nacionalsocialistas” de 1923, calificado por el propio Adolfo Hitler como el “catecismo” ideológico del nacionalsocialismo, donde Feder señala que la diferencia entre ambas condiciones, es que un súbdito no puede ser funcionario del Estado y, por tanto, miembro del gobierno, pero sí se puede dedicar a cualquier otro tipo de actividad profesional.
El tipo de gobierno que Feder defiende es, que después de la implantación de una dictadura temporal que afiance los principios del nacionalsocialismo como se refleja en “Mi Lucha”, se debe pasar a la elaboración de una nueva Constitución con la creación de un Estado totalitario hegeliano, similar al diseñado por Otto von Bismarck.
La banca quedó sometida al régimen obrero nacionalsocialista alemán el 10 de febrero de 1937, tras la nacionalización del Reichsbank AG y las sociedades anónimas con la ley del 30 de enero de 1937, que apartaba totalmente a los accionistas de la gestión de la empresa.