Las fobias a menudo son subestimadas, asegurando que se trata de algo normal o que son parte de nuestra personalidad. Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos encontró que entre 8 y 18% de la población de ese país sufre una fobia.
Pero ¿qué es exactamente una fobia? La RAE la conceptualiza como: “Temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones, que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión”.
En la Fobia específica, el miedo no lo suele producir directamente el objeto o la situación temida, sino que lo provoca las supuestas consecuencias que tendría exponerse al estímulo fóbico. De ahí que las personas con miedo a las alturas no teman los edificios altos, sino el riesgo de caer al vacío. Igualmente, las personas con miedo a conducir no temen el acto de conducir, sino las consecuencias de un supuesto accidente de circulación. El síndrome fóbico puede dividirse en tres componentes que se cierran en un círculo:
· La ansiedad anticipatoria que aparece antes de enfrentarse o al imaginar el estímulo fóbico.
· El temor en el momento de la exposición
· Las conductas de evitación que aparecen después de haber sentido el miedo y que consiguen mitigar la ansiedad anticipatoria.
El tratamiento de las fobias, como el de cualquier trastorno de ansiedad, es indispensable que sea tratado, ya que este puede evolucionar y causar aislamiento social, depresión, otros trastornos de ansiedad o problemas de salud.
Musofobia
Existe un origen filogenético en el miedo a los animales, ya que algunos son peligrosos (perros por la similitud con los lobos), venenosos (arañas y serpientes) o portadores de enfermedades (cucarachas, aves y ratas).
Causas de la musofobia
Existe un consenso en cuanto a que existe una transmisión familiar de las fobias. Esto resulta evidente si se conoce el siguiente dato: el 75 % de las personas diagnosticadas de una fobia específica tienen un familiar de primer grado con una fobia del mismo tipo.
Muchas veces este miedo a los animales no está asociado a la creencia de que el animal pueda dañarlos, sino que piensan en las posibles sensaciones desagradables o a perder el control (salir corriendo). En el caso de la fobia a las arañas o a animales pequeños (fobia a las ratas) es frecuente que el miedo se acompañe de asco o repugnancia.
Factores que pueden causar una fobia
Las personas sensibles emocionalmente y con tendencia a la tristeza tienen más riesgo de desarrollar una Fobia específica a lo largo de sus vidas. Existen también una serie de factores de riesgo ambientales, como son: pérdida de los padres a edad temprana, sobre protección de los padres durante el desarrollo puberal, el maltrato físico y los abusos sexuales. Estos factores de riesgo ambientales son comunes a otros trastornos de ansiedad.
La exposición negativa o traumática a la situación o a los objetos temidos puede preceder al desarrollo de la fobia específica, pero esto no es siempre así. Por tanto, solo una minoría de las personas con Fobia específica va a recordar haber sufrido un acontecimiento traumático relacionado con el estímulo fóbico. Por este motivo, la mayoría de las personas consideran irracional y desmedido el miedo que sienten.
En el caso de la Musofobia (miedo incontrolable a los roedores) como cualquier otro trastorno de ansiedad debe ser tratado por un profesional para generar un diagnóstico adecuado.
Diagnóstico
El diagnóstico de la Fobia específica parece muy sencillo, ya que la propia persona que lo sufre es consciente de su problema. Sin embargo, son muchas las personas que no consultan por este problema y terminan sufriendo otros problemas asociados, como depresión, baja autoestima o consumo de sustancias. Muchas personas con Fobia específica se limitan a evitar la situación u objeto temido sin darse cuenta que su libertad se ve muy limitada. Por ejemplo, una persona con miedo a las serpientes que viva en una ciudad puede llegar a ver muy restringida su salida a la naturaleza los fines de semana o en vacaciones. Por el contrario, una persona que viva en el campo y tenga fobia a los ascensores pueda rechazar un empleo en una ciudad porque la oficina esté situada en un piso alto. La vergüenza suele ser una emoción muy presente en estos casos, que impide a la persona hablar abiertamente de sus miedos y reconocer sus limitaciones funcionales.
Una forma de aceptar y darse cuenta de que se sufre de una fobia es realizando un test en línea, lo cual implica que el mismo será totalmente anónimo y evitará que el resultado nos cause vergüenza ante otras personas.
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Tratamiento
El tratamiento más consensuado para las fobias específicas es la psicoterapia. Dentro de las distintas corrientes de psicoterapia, es la terapia cognitiva conductual la que más evidencia tiene. Se denomina Terapia de exposición a la técnica cognitivo-conductual que se utiliza para tratar las fobias.