Me tienen hasta el coño

La investigación científica, la divulgación, la docencia y el desarrollo tecnológico me parecen totalmente fundamentales, no me malinterpretéis. He pasado mi vida yendo de la una a la otra, y seguiré así.

Pero hoy no quiero hablar de eso. Hoy me tienen hasta el coño.

Me tienen hasta el coño los de las asociaciones de investigadores que, cuando les hablas de sindicarse COMO TRABAJADORES NORMALES te vienen con que no se quieren politizar. Y claro, así les va ( a mí ya no): trabajando mientras están en el paro gratis para la universidad a ver si así se comen las pollas suficientes y consiguen una plaza a pesar de su mediocridad (no todos, claro, sí la mayoría).

Estoy hasta el coño de hablar con becarios predoctorales (sí, becarios, que queman dinero público como esos políticos de los que se quejan tanto) que seleccionan directores mediocres para que no les molesten, que seleccionan temas irrelevantes y mediocres para no tener competencia, que se van de estancia a donde todo sea más fácil y se pasan el tiempo mínimo allí, haciendo turismo y llevándose de copas a los jefecitos intermedios a ver si para (¡Claro que sí!) seguir comiendo pollas a ver si así cuela.

Estoy hasta el coño de tutores que seleccionan los tribunales más fáciles para sus becarios, que hacen que sólo uno pueda conseguir el cum laude para asegurare ellos deciden quién saca el premio de doctorado, que siguen investigando en la misma línea mediocre porque así es más cómodo y total, ya tienen plaza.

Estoy hasta el coño de becarios postdoctorales (se llaman a sí mismos "investigadores", pero el contrato de investigador es lo que tienes cuando tienes un empleo de verdad) que se comportan como predoctorales y esperan que les hagan todo y les usen como técnicos o asistentes para no tener que pensar ni arriesgarse. ¿Por cobardía? Algunos, sí; otros porque saben que cualquier tipo de comportamiento original o arriesgado pondría nerviosos a sus compañeros o a su supervisor.

Estoy hasta el coño de los que falsifican los papeles para ser falsos asociados (que también son víctimas, vale, pero primero son personas corruptas y mentirosas. No lo olvidemos).

Estoy hasta el coño de los precarios de la universidad que se ponen condescendientes con los profesores de secundaria, cuando ellos no superarían una oposición pública y abierta ni con una carretilla de anfetaminas. ¿Por qué estoy tan segura? Porque para proteger sus becas y sus plazas sus supervisores bloquean la competición abierta porque sus supervisores, que les conocen muy bien, saben que no las ganarían.

Estoy hasta el coño de que algunos de los que no son capaces de continuar digan "¡Pues ahora me hago divulgador!" cuando para ser un buen divulgador no solo hace falta cerebro, sino una gran cultura, carisma y ser un grandísimo comunicador, que acaban haciendo un trabajo mediocre y haciendo más daño que bien.

Estoy hasta el coño de los paletos de ciencias naturales que ni siquiera conocen un solo sistema de clasificación de las ciencias y que usan el de los departamentos de su instituto porque no han aprendido nada ni tienen un ápice de curiosidad más allá de su miniartículo sin impacto ni relevancia ninguna.

Estoy hasta el coño de ver a una impresentable con una investigación retirada por fraude y a la que han retirado de la investigación poniéndola a hacer trabajo de técnico (a pesar de estar blindada por su contrato) hablando en la prensa y tratando de dar la impresión de que tiene la más mínima idea de qué está hablando.

Estoy hasta el coño de maestros de magisterio que recurren al sindicato para que eliminen una prueba en la que se espera de ellos que aprueben un examen de 6º de primaria.

Estoy hasta el coño de investigadores a los que les retiran el dinero para investigar algo irrelevante o que no son capaces de hacer, y se ponen a llorar y piden que le quiten el dinero a los que hacen un buen trabajo o que hacen algo relevante.

Estoy hasta el coño.