Su carrera tecnológica comenzó cuando tenía cuatro años y su padre le enseñó a hacer un PowerPoint. Era muy mala dibujando, así que lo usaba para hacer formas y animaciones geniales. Empezó a hacer uno cada semana sobre los temas más aburridos, como su casa, y los presentó en su clase de primaria. Así, empezó una tendencia porque mucha gente empezó a hacerlo después de eso.
Poco después, el padre de su amigo, que hacía videojuegos, se dio cuenta de que le interesaban los ordenadores y empezó a enseñarle sobre la codificación. Así, Silvia les mostró las cosas que había hecho y le fascinó porque se dió cuenta de que con el código se puede hacer lo que se quiera. Jugaba con un viejo ordenador de repuesto en casa y machacaba las teclas, con la esperanza de que produjera un buen resultado, así fue como perdió su primer ordenador por un millón de virus.
Al principio, sólo quería aprender el código para poder hacer sus propios videojuegos. Sus padres eran bastante estrictos con la tecnología. No tenía una consola de juegos y sabía que si pedía jugar a los videojuegos, la mayoría de las veces la respuesta sería no. Pero si pedía hacer uno, le dejaban porque era educativo. Era una gran forma de saltarse las reglas.
Durante tres años, su amigo y Silvia usaron el ordenador de la biblioteca de la escuela para trabajar en ideas de juegos. Su primera creación fue muy aburrida, y su familia definitivamente lo expresó de igual forma. Realmente quería hacer algo único y útil. De esta forma, a Silvia se le ocurrió la idea de hacer un videojuego para personas ciegas. Siempre supo que el juego debía estar basado en sonidos, para que una persona ciega pudiera oírlo. Pasó todo un verano hablando con su padre sobre ello y cuando empezó a hacerlo, funcionó muy bien.
Quería que estuviera disponible en las aplicaciones de juegos para Android pronto y eventualmente agregar algunos de los anuncios que permitieran obtener algunos ingresos. Una vez se obtienen las habilidades, es bastante fácil ganar dinero con la programación (incluso si únicamente tienes 13 años).
Creo que hace 20 años la programación parecía algo muy raro, pero ahora tienes aviones teledirigidos que rescatan a la gente en las montañas, cirujanos robots y una IA que es un millón de veces más inteligente que los humanos. Los jóvenes se están dando cuenta de que pueden salvar el mundo con el código.
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