El tierracuentista

La Tierra es real. A diario hay noticias en la televisión y en internet de temas mundanos, de sucesos, de guerras, de ciencia, del corazón, de política o deporte. Todo es real. Nadie se lo cuestiona. Desde el más ilustrado, hasta el cateto del pueblo, lo saben, sin jamás habérselo cuestionado. Es tan evidente, que nadie se lo cuestiona. La Tierra es real.

¿Nadie se lo cuestiona? Sí, hay alguien. No es el científico que estudia si vivimos en una simulación. No es el otro que es fanático del multiverso de Marvel. No. Es uno que no quiere encajar en la sociedad. Uno que piensa que debe ser diferente. Y tiene necesidad de hacerse notar.

Esta persona, que podría catalogarse de muchas maneras, para no ofenderla diremos que es un hacedmecasito. Y no quiere formar parte de la mente colectiva, de la razón borreguil. Él ha despertado, piensa diferente, y quiere, o mejor dicho... necesita, hacerse notar.

La gente es borrega. Les han enseñado a no pensar. A no cuestionarse nada. Creen que el mundo es real. Los empieza a llamar tierrarrealista tierrarealejos. Los tierrarealejos son idiotas. No piensan. Son borregos. Solo el nombrecito ya lo dice todo. La Tierra no es lo que nos dicen. La Tierra es un cuento. Nace el tierracuentista.

El tierracuentista lleva queriendo serlo desde que se vio que todos pensaban igual. Y él debe ser diferente. Por tanto, se ha informado, documentado, y convencido, de que la Tierra es un cuento. ¿El científico de la simulación de antes? Ahí tienes un argumento. ¿Esa extraña web de sucesos paranormales? Le sirve. ¿Una anciana ha gritado a una paloma en un parque? También vale. Son argumentos que apoyan a que la Tierra no es real, sino un cuento.

Aquí empieza, con la superioridad que le otorga ser diferente, su espectáculo. Recordad que es un hacedmecasito, no puede guardarse su opinión, necesita hacerse notar. Se crean dos bandos, claramente asimétricos (uno contra muchos) de tierrarealejos contra tierracuentistas. Ya tienen nombre los bandos. En el mismo instante en que una corriente de pensamiento es acuñada con un nombre y tiene su contraparte, ya solo es cuestión de tiempo para obligar a que los demás elijan bando. Y solo hace falta que más hacedmecasitos se sumen.

Utiliza las redes, ya sea Twitter, blogs o webs agregadores de noticias, para exponer sus ideas en comentarios. Utiliza un lenguaje cercano a la ofensa hacia los tierrarealejos. Es fan de la palabra escrita y de los hipervínculos, que es dónde y cómo defenderá sus ideas. Porque en el mundo real esta conversación no tiene sentido. Y lleva mucho tiempo creando sus argumentos, así que sabe defender sus ideas.

Evidentemente, a los borregos tierrarealejos les parece absurdo todo este asunto. E intentan rebatir, vagamente, los argumentos que el tierracuentista quiere comentar en cada noticia que se encuentre. Tened en cuenta que el tierrarealejo lo es sin comerlo ni beberlo. Él es un individuo del montón que le gusta ver First Dates todas las noches y que no sabe defender sus ideas pero se tira al barro de la discusión por lo evidente que le parece que la Tierra sea real. El tierracuentista se lo come en argumentos. Uno está entrenado, el otro no. Y utiliza la debilidad de ese, y de otros muchos tierrarealejos, para tacharlos de estúpidos. Incluso ataca a uno con los argumentos que dijo el otro, ya que todos los tierrarealejos están en el mismo saco. Queda constatado, por tanto, que el tierracuentista es más inteligente.

Por supuesto, hay debates más interesantes, entre otros que saben defender las ideas. Ideas que, como son bastante preconcebidas, al tierracuentista no le valen. Pero le gusta participar en esas discusiones, ya que tiene más oportunidades para demostrarse a sí mismo, y expandir sus ideas. Más visibilidad, para que otros se sumen. Contesta a lo que le interesa, ignora argumentos que le serían demoledores. Se adueña de las conversaciones, discusiones que no deberían tener sentido, y logra justo lo que busca: llamar la atención, ocupar mucho espacio, y crear una corriente de pensamiento.

La realidad, a partir de aquí, es extraña. Los tierrarealistas son mayoría, pero son borregos. Se han sumado más tierracuentistas al asunto. El tierracuentismo se apodera de la palabra, de las discusiones. No tienen reparos en hacerse notar. Son pocos, pero hacen mucho ruido, suficiente para que cada vez más hacedmecasitos se quieran sumar.

Al final los tierracuentistas se hacen con el poder de la palabra. Muchos tierrarealejos aprenderán a ignorarlos. Pero cualquiera que se atreva a llevarles la contraria recibirán un rapapolvo basado en ofensas, argumentos falaces apoyados por hipervínculos y los ridiculizan con nombres cada vez más estrambóticos que acuñan en ese instante. Y por supuesto, una discusión eterna. A los tierracuentistas no se les tose. Son pocos, pero han despertado, y a los que no piensan como ellos los tachan de lo que son, simples borregos tierrarealejos.

Salu3