Es bien sabido (y oído) que la música clásica le sienta como anillo al dedo al cine de terror. Hay piezas populares que resultan sobrecogedoras de por sí, sin necesidad de refuerzos visuales, como En el salón del rey de la montaña de Grieg, Una noche en el monte pelado de Mussorgsky, las Valquirias de Wagner, Danza macabra de Camille Saint-Saëns, Tocata y Fuga de Bach o el O Fortuna del Carmina Burana, por mentar varios de los ejemplos más sonados. Menos atronador, pero siniestro a su manera, el Claro de luna de Beethoven también evoca oscuridad y muerte desde la melancolía de sus notas. Todas ellas han sido trasladadas al cine en repetidas ocasiones para vestir atmósferas aterradoras.
Sin embargo, si hubiese que escoger una partitura clásica por su constancia en las bandas sonoras de género, sería la del Dies Irae, sin lugar a dudas. Si el mentado clásico de Mussorgsky acompaña a Freddy Krueger en una de sus esperpénticas escenografías en Pesadilla en Elm Street 6 (Freddy's Dead, 1991), el Dies Irae introduce en repetidas ocasiones a su adversario directo, Jason Voorhees, en varias de sus películas.
Reconocemos al instante este canto en latín de autoría dudosa en los créditos iniciales de El Resplandor (The Shining, 1980), pasado por el sintetizador de Wendy Carlos, pero son muchos sus cameos en el cine de terror, explícitos o sutiles, como podréis comprobar en este vídeo.