Estimado director,
Quiero agradecerte con sinceridad la labor que habéis desarrollado estos años para la formación de mi hijo. Personalmente soy el resultado de una educación pública y gratuita que me ha permitido acceder a las mejores opciones laborales, y me alegra comprobar que la educación pública puede seguir siendo de calidad en estos tiempos.
No hace falta explicar la situación de crisis sanitaria tan grave que estamos viviendo y sus consecuencias en toda nuestra sociedad, incluyendo las tremendas dificultades a las que os enfrentáis para seguir desarrollando vuestra labor. Entiendo las primeras semanas de desconcierto y estoy seguro que muchos de vosotros estais haciendo un gran y sincero esfuerzo para que nuestros hijos continúen aprendiendo desde casa en estas difíciles circunstancias.
Pero no me queda más remedio que comentaros nuestra frustración como padres. Pienso que, pese a la buena voluntad de esos esfuerzos, el resultado ha sido un pequeño caos y un gran estres para nosotros. Hemos tenido que seguir múltiples instrucciones, formas de contactar con los profesores, plataformas tecnológicas, tareas a cumplir, formatos de documentos, correcciones, etc. Para ello hemos tenido que hacer de profesor, informático, community manager … y con la sensación que nuestros hijos no aprenden y que nosotros estamos fracasando pese al esfuerzo. Quizás hubiese sido mejor para todos simplificar durante estos meses, ofreciendo una planificación sencilla para varias semanas, ya que al fin y al cabo, estamos prácticamente solos con los niños y su formación.
Con esto no quiero desalentaros a los que os esforzáis al máximo por la educación de nuestros hijos en tiempos difíciles. No me gustaría que cundiera el ejemplo de otros profesores, como el de educación física, que sólo nos indicó que «el ejercicio era muy importante» y que «buscáramos vídeos por Internet». La verdad que ha demostrado una «gran dedicación» por su alumnado y deseo que el sueldo que le hemos pagado entre todos le llegue sobradamente para finalizar el mes. Sus indicaciones me han provocado tal impacto, que estuve a punto de crear una web que se llamara algo así como «www.estudiaSINprofesor.com», recopilando los videos y recursos magníficos de todas las materias que se encuentran en Internet y que cuestionan la necesidad de pagarles el sueldo a este tipo de profesores.
Hay una última cuestión importante que quería comentarte. Hemos comprobado con algunos amigos, que tienen a sus hijos en colegios privados, que ellos siguen las clases por videoconferencia casi desde el primer día, y se han adaptado sin problema a esta situación. Alumnos y profesores disponen de ordenadores y tablets y conexión a Internet en casa, eso sí. Comprendo que las diferencias socioeconómicas ponen de manifiesto en estos casos la brecha social que existe y que cada día es más grande.
Pero la tecnología ahora es bastante democrática. Acceder a un sistema de videoconferencia para cada clase es realmente barato (menos de doscientos euros al año, incluso con soluciones gratis como jitsi). La utilización por parte de los profesores es más sencilla que utilizar que otras herramientas tecnológicas. La brecha digital que podrían tener algunos alumnos se podría solucionar entre todos, como mínimo es necesario una tablet o smartphone barato (70€) y conexión a internet (10€/mes). Si ese es el problema, podemos solucionarlo. Aunque la delegación nos abandone, podemos hacerlo desde el AMPA. Estoy seguro, al menos en nuestro colegio. Y si otros colegios no pueden, habrá que ayudarlos también, pero no que supongan un lastre para nosotros.
Creo que el problema es de concepto: Para educar es necesario comunicar en vivo (videoconferencias) y que los niños puedan participar en directo. Enviar muchos documentos para rellenar en casa no es compatible con una formación de calidad.
Mi consejo es que os preparéis YA. Deberíais preparar las aulas para tener una educación mixta el curso que viene, una pequeña parte del alumnado presencial y parte a distancia mediante videoconferencia. Por desgracia, es más que probable incluso que tengamos que volver a confinarnos todos durante meses en otoño. Y ya no tendremos escusas para justificarnos o para seguir aparentando que lo estamos haciendo bien.
Si no nos ponemos las pilas, me temo que las diferencias en la transformación digital entre la educación pública y la privada pueda llegar incluso a marcar negativamente el desarrollo escolar de nuestros hijos.
Quedo a tu disposición por si os puedo ayudar en la puesta en marcha de algunas de estas iniciativas tecnológicas. En cualquier caso, te deseo mucha salud para tí y los tuyos, y te agradezco el esfuerzo y confianza que algunos de vosotros demostráis.
Un fuerte abrazo
Originalmente publicado en: reconstruccionpublica.es/?p=155