Adiós, es una pena

Ingresé a Menéame en el 2010. Era una página maravillosa: notas sobre sistemas, software, ejercicios, dietas,filosofía, mil cosas. Aprendías, podías tener charlas con gente muy distinta, discutir con respeto, bromear.

De un tiempo para acá, se convirtió en un nido de progres e izquierdistas. Y no se discute nada: no coincidís con ellos, y se llama a la policía del pensamiento. Te llenan de negativos. ¿Discutir, argumentar? No se estila.

Y por último, lleno de notas de política. Por supuesto, española. Cuando los sudamericanos nos salimos del guión,la elección de Bolsonaro por ejemplo, los alaridos de la pandilla progrezurda te dejan sordo. Que Brasil lo haya elegido con una mayoría inmensa a nadie le importa. Que los principales dirigentes de la izquierda brasileña estén detenidos o juzgados no tiene importancia. La pandilla progre sabe, desde otro continente, más que los propios ciudadanos brasileños, y están listos a dar lecciones de democracia que nadie les pidió.

Y así todo. Vas contra la manada, y perdiste.

Por eso me voy.

Sigan así, dándose palmaditas mientras el mundo corre en otra dirección. No lloren después.