El autor del vídeo reflexiona sobre los protocolos de actuación policial actuales.
A partir, del minuto 5:35:
¿Por qué llevarse a un presunto? Si no se sabe si es, cuando lo que si se sabe, por lo menos, por la declaración de una misma persona que dice ser víctima, por lo menos, y para creer a esa persona a la primera y no poner en duda lo que dice, al menos, de primeras, coger a la presunta víctima y apartarla a un sitio seguro, apartarla a un piso de protección, a una zona de protección, a través de ese protocolo de actuación.
En este caso, la supuesta víctima siempre debería de tener la decisión de si se quiere ir a esa zona segura, proporcionada.
En el otro caso, el actual, si se llevan al presunto agresor, sin saber si es o no, se estaría privando a alguien de la libertad.
Y si es, al final, pues muy bien hecho.
¿Pero y si no es?¿Qué pasa? Es decir, a este chico, ahora mismo, por la llamada de esta chica, la policía coge al chaval y se lo lleva a un calabozo hasta tres días, ahí metido. Sin saber si es o no es.
En este caso, no es. Entonces, en este caso, tendríamos a un chaval sin libertad durante un máximo de tres días, como si es una hora, que eso a mi me da igual, sin libertad.
¿Por qué?¿Por qué? Si se pueden separar igual, llevar a la chica a una zona segura, bajo su decisión. Sin privarla de libertad y sin privar de libertad a nadie.
¿Por qué estamos permitiendo una ley supremacista?
¿Por qué no tenemos herramientas para derrocar leyes de este tipo? Sacar un referéndum a estas leyes.
¿Por qué no tenemos decisión?
¿Por qué no tenemos herramientas de decisión?