“[...] los anarquistas dan una gran prioridad a la libertad, deseándola tanto para ellos como para otros. También consideran la individualidad, aquella que hace a alguien una persona única, como uno de los aspectos más importantes de la humanidad. Reconocen, sin embargo, que la individualidad no existe en el vacío si no que es un fenómeno social. Fuera de la sociedad la individualidad es imposible; ya que uno necesita a otras personas para desarrollarse, expandirse y crecer.
Además, entre el desarrollo individual y el social hay un efecto recíproco: los individuos crecen dentro de y son moldeados por una sociedad particular, mientras que al mismo tiempo ayudan a moldear y cambiar aspectos de esa sociedad (a la vez que a si mismos y a otros individuos) por sus acciones y pensamientos. Una sociedad no basada en individuos libros, sus esperanzas, sueños e ideas estaría hueca y muerta. Luego, “la creación de un ser humano… es un proceso colectivo, un proceso en los que tanto la comunidad como el individuo participan" [Murray Bookchin, The Modern Crisis, p. 79] Consecuentemente, cualquier teoría política que se basa puramente en lo social o el individuo es falsa.
Con el fin de que la individualidad se pueda desarrollar a su máximo esplendor, los anarquistas consideran esencial desarrollar una sociedad basada en tres principios: libertad, igualdad y solidaridad. Estos principios son compartidos por todos los anarquistas. […] Los tres principios son interdependientes.
La libertad es esencial para el florecimiento pleno de la inteligencia humana, creatividad y dignidad. Ser dominados por otros es ser denegados la oportunidad de pensar por sí mismo, la única manera de crecer y desarrollar tu individualidad. La dominación asimismo reprime la innovación y la responsabilidad personal, llevando a la conformidad y la mediocridad. Por tanto, la sociedad que maximice el crecimiento de la individualidad estará necesariamente basada en la asociación voluntaria, no la coacción y la autoridad. […]
Si la libertad es esencial para el desarrollo completo de la individualidad, entonces la igualdad es esencial para que la libertad genuina exista. No puede haber libertad real es una sociedad jerárquica, estratificada por clases, con repugnantes desigualdades de poder, riqueza y privilegio. En tal sociedad solo unos pocos son relativamente libres mientras que el resto son semi-esclavos. Así que sin igualdad la libertad se vuelve una farsa, en el mejor de los casos la “libertad” de poder elegir a tu amo (jefe), como en el capitalismo. Igualmente, ni siquiera la élite bajo estas condiciones es realmente libre, porque viven en una sociedad atrofiada convertida en desagradable y estéril por la tiranía y la alienación de la mayoría. Y como la individualidad solo se desarrolla en su máximo punto con el contacto más amplio con otros individuos libres, los miembros de la élite están restringidos en las posibilidades para su propio desarrollo por la escasez de individuos libres con los que interactuar. […]
Finalmente, la solidaridad significa la ayuda mutua [Nota trad.: también llamado apoyo mutuo]: trabajar voluntaria y cooperativamente con otros que compartan los mismos objetivos e intereses. Pero sin libertad e igualdad la sociedad se convierte en una pirámide de clases que compiten entre sí basada en la dominación de las clases bajas por parte de las altas. En una sociedad así, como la que reconocemos como nuestra, es “dominar o ser dominado”, “perro come a perro” y “todos para sí mismos”. Así, el “individualismo duro” es promocionado a expensas del sentimiento de comunidad, con aquellos en el fondo resintiendo los que se encuentran encima de ellos y aquellos que están en la cima teniendo miedo de los que encuentran debajo de ellos. Bajo tales condiciones no puede haber una solidaridad a nivel social, sino una forma de solidaridad parcial dentro de las clases, con los intereses de cada opuestos a las otras, lo que debilita a la sociedad en su conjunto.
Debería notarse que la solidaridad no implica abnegación o autodestrucción. Como deja claro Errico Malatesta:
“Todos somos egoístas, todos buscamos nuestra propia satisfacción. Pero el anarquista encuentra su mayor satisfacción en la lucha por el bien de todos, por el logro de una sociedad en donde él [sic] puede ser un hermano entre hermanos, y entre personas sanas, inteligentes, educadas y felices. Pero el que es flexible, satisfecho de vivir entre esclavos y conseguir beneficio de la labor de esos esclavos; no es, ni puede ser, un anarquista” [Errico Malatesta: His Life and Ideas, p. 23]
Para los anarquistas la verdadera riqueza son las otras personas y el planeta en el que vivimos.”
An anarchist FAQ A.2 - The Anarchist FAQ Editorial Collective (Iain McKay, Gary Elkin, Dave Neal, Ed Boraas) Traducido por mí.