Si el sionismo tiene influencia sobre los gobiernos de EEUU, Inglaterra y Francia, a través de sus ministros de defensa, del tesoro o seguridad nacional y otro poderosísimos lobby, como la AIPAC, nosotros, o parte de nosotros, como ciudadanos libres exigimos sanciones a Israel, e identificación de los productos o servicios que con nuestro consumo, financien los injustos planes de limpieza étnica que llevan ejecutando en Palestina desde hace, al menos, 50 años.
También deseamos lo mismo sobre Hamás o cualquier acto terrorista sobre la población civil de cualquier país, etnia o religión, poniendo de manifiesto lo difícil de sancionar estos grupos terroristas porque no se relacionan con el comercio internacional.