No es una negociación de contenidos, formas, o tempos lo que se plantea, es un cambio de terreno: partir de la supuesta legalidad de la que habla el PP y secuaces (ciudadanos y PSOE) o la independencia de la que parte Puigdemont y sus acólitos políticos y civiles.
Sabido es que, las negociaciones suelen ser más fáciles cuando hay más de una cosa que discutir. Cuando sobre la mesa solo hay un asunto y no es fácil ver la manera de que ambas partes consigan lo que quieren, se suscita un problema de suma cero en el que al menos una de las dos va a sentir, o le va a parecer, que pierde. En tales situaciones, es útil examinar si se pueden poner otros asuntos sobre la mesa para que cada parte pueda marcharse con algo.
Pasar de negociar la independencia a negociarla mediante un referéndum acordado con garantías sobre la independencia, dentro de la legalidad constitucional.
O poner las dos simultáneamente sobre el tapete, la DUI y el referéndum pactado y así considerar la vinculación o combinación de lo que de otra manera habrían sido dos negociaciones independientes sobre un único asunto, a fin de crear una negociación más fácil en lugar de dos más difíciles.
Lo que serían dos discusiones distintas se sustituye por una discusión en la que cada parte obtiene algo de valor. No DUI pero si referéndum,por ejemplo
¿Qué dirá la CUP?, pues no sé, su código es desconocido.
No sé si vale la pena reflexionar, porque el PP dirá NO,NO, una y otra vez, pero a cada NO quedará más claro quien está por hacer las cosas negociadas y quién NO. La comunidad Internacional tendrá menos argumentos para apoyar al PP como hasta ahora.
Ahora Mariano esta en la pregunta:¿Cómo dicen que me dijo que dijo? y no es bueno para su salud mental que se mantenga demasiado tiempo en ella.
Pero, ciertamente, sobre la comunidad internacional también podemos aplicar la frase de Cantinflas “No sospecho de nadie pero desconfío de todos”.
Albert Pérez Novell