La industria tabacalera invierte cada vez más en cigarrillos electrónicos, que ofrecen una alternativa al tabaco y son mucho más seguros para la salud.
Mark Twain, en una de sus novelas, a menudo se burlaba del hecho de que dejar de fumar era la cosa más fácil del mundo – después de todo, lo había hecho “miles de veces” (sin dejar el cigarrillo nunca).
En ese momento, el novelista estadounidense no tenía la opción de los cigarrillos electrónicos. En la actualidad, las ventas de cigarrillos electrónicos en el Reino Unido han aumentado un 50% el año pasado alcanzado más de 1.000 millones de euros y posiblemente superen los 2.000 millones de euros en 2020.
Hace diez años, las leyes entraron en vigor prohibiendo fumar en casi todos los lugares públicos de Inglaterra. Según Cancer Research UK, ahora hay 1,9 millones de fumadores menos en Gran Bretaña que cuando no se prohibía fumar en lugares públicos – la tasa de fumadores más baja jamás registrada en Gran Bretaña. Pero casi 3 millones de británicos se están vapeando.
“Cada vez más fumadores se están dando cuenta de que los cigarrillos electrónicos están tan cerca de la experiencia a la que están acostumbrados”, dijo Shane MacGuill, un analista del comportamiento de los fumadores en Euromonitor, la empresa de investigación que compiló datos sobre las ventas de cigarrillos electrónicos.
“Los fumadores a menudo ven el cigarrillo electrónico como un sustituto nicotinico y por su aspecto poco dañoso por la salud, algunos vapeadores absorban más nicotina que cuando fumaban”,dice.
Un director de ventas de software de Microsoft, Gary Stevenson, de 44 años, es un buen ejemplo. Ha estado vapeando durante dos años y admite que probablemente está absorbando más nicotina que cuando fumaba.
“Vapeo en el trabajo -leyendo mis correos electrónicos o por teléfono- e instintivamente cojo mi cigarrillo electrónico”, dice. “No sé si es una adicción o no, pero siempre la tengo conmigo. ”
Stevenson fumaba unos 10 cigarrillos al día y se veía principalmente como un “fumador social”.Pero el sentimiento inofensivo del cigarrillo electrónico transformó un hábito que él temía (“cada vez que me ponía un cigarrillo en la boca, imaginaba morir del cáncer al día siguiente”) en un hábito que él consideraba saludable.
Si salgo a tomar una copa, tal vez tenga resaca al día siguiente, pero no tendré resaca por culpa de los cigarrillos.
Stevenson opta por una dosis de nicotina de 3 miligramos por ml, pero no tiene la intención de reducirlo a cero, y mucho menos renunciar. Y no es el único.
En todo el país, tiendas y cafés de moda están abriendo sus puertas donde los “cazadores de nubes” – una nueva tribu de fanáticos son animados a pasar un rato, tomando un café y escuchando música.
En Vapour Evolution en Brighton, por ejemplo, este sitio cuenta con una barra de degustación donde los consumidores pueden probar nuevos sabores y Elíquidos. Los vapeadores pueden comprar ropa de moda como gorras y camisetas de béisbol, y arriba una cafetería especialmente diseñada para vapeadores.
“Hacemos cafés, jugos, batidos – tratamos de proporcionar una experiencia excelente para los vapeadores”, dijo su director, Andrew Kinghorn. “Hay música, sesiones de entrenamiento para principiantes y competiciones para ver quién puede hacer la nube más grande.”
Según Kinghorn, una de las tendencias más recientes es la de la fabricación artesanal, a los vapeadores les gusta hacer sus propios Eliquidos y personalizar sus cigarrillos electrónicos.
Sorprendentemente, y con un sinfín de sabores -desde batido de fresa hasta tocino salado o azúcar- parece que incluso los no fumadores se sienten tentados por esta nueva experiencia.
“Si los no fumadores vienen a nuestra tienda, les voy a preguntar por qué quiere empezar a usar un dispositivo que le va a administrar nicotina. Pero no puedo tomar la decisión por ellos -si quieren comprar algo, les corresponde a ellos decidir”, dijo Kinghorn.
La asociación de salud pública inglesa Ash Public Health afirma que sólo una ínfima proporción de vapeadores no ha fumado nunca en su vida – cerca del 0,2%. Pero MacGuill cree que este porcentaje podría aumentar significativamente a largo plazo.
“Piénsalo lógicamente. Si usted tiene personas que han estado interesadas en el tabaco, pero han optado por no hacerlo por razones de salud, si luego se les presenta una forma de hacerlo de una manera que no sea perjudicial, por supuesto que más personas querrán intentarlo”, dice.
Fuente: www.ave40.com/blog/es/diez-anos-despues-de-la-prohibicion-de-fumar-la-