El caballo de Troya de Ferraz o Gobelas

No tengo ningún interés político al escribir este artículo, solo me interesa la parte de la estrategia de los partidos, por lo que cualquier comentario respecto a filiaciones o ideologías me resultará absolutamente indiferente.

La idea central de este artículo es entender la estrategia del PP en la crisis del Covid 19, pensar en quién la ha diseñado y saber si es un infiltrado del PSOE. De entrada diré que no entiendo la estrategia del partido de Pablo Casado, si hablamos en términos políticos, aunque sí la puedo entender si atendemos al ego consustancial de las personas, que luego explicaré.

Partamos de la premisa de que considero que la pandemia era una gran oportunidad para el PP, ya sé que es cínico decir esto, pero el problema ya estaba aquí, saberlo aprovechar es parte de la realidad de los partidos, porque todo lo que sucede en un país es un hecho político y la respuesta que se da es lo que marca el ganar unas elecciones o perderlas, en este caso, creo que el PP ha apostado por perderlas. ¿Por qué la pandemia era un gran oportunidad? Sencillo, la responsabilidad recaía sobre el partido o partidos que forman en gobierno, son el centro de atención de la mirada de la ciudadanía, el tema de los competencias de las comunidades autónomas les queda muy lejos a la gran mayoría de los habitantes de nuestro país, por eso toda la responsabilidad de lo que pasase sería del gobierno central, e independientemente de que la gestión fuese buena o mala, se sabía que muertos iba a haber unos cuantos, al menos unos pocos miles.

En mi opinión, recalco que en mi opinión, ¿Cuál era la posición que debía tener el PP? Ponerse de perfil, jugar la baza del partido con sentido de estado y apoyar sin fisuras lo que hiciese el gobierno, pero estando alerta para que no se extralimitase en sus funciones. ¿Las ventajas de esta estrategia? La primera es que, como apoyas lo que haga el gobierno puedes no tener alternativas y no importa, pero si te enfrentas al gobierno la gente pedirá que propongas algo, lo cual siempre es peligroso, porque las propuestas siempre pueden ser criticadas. La segunda es que te distancias de la estrategia de enfrentamiento de Vox que, por cierto, saben ponerla en práctica mejor que el PP y siempre le ganarán la partida en las críticas al gobierno, porque Vox está en un segundo plano de poder, no tiene responsabilidades y pocos cadáveres en el armario, además, sus votantes no les importan esas pequeñas incoherencias, a los votantes del PP tampoco, pero este partido tiene que ganar votos por el centro, cosa que Vox no aspira a conseguir. La tercera es lo que hubiese crecido la imagen de Pablo Casado como hombre de estado, al que le importa más la salud de los españoles que ganar unos cuantos votos en la desgracia. La cuarta es una cuestión zen, si la cosa sale bien, eres partícipe del logro, pero si sale mal, el gobierno sale muy tocado de esta situación, así que solo quedaba sentarse a esperar bajar el cadáver del enemigo.

Y cómo ha actuado el PP, con críticas bastante graves al gobierno, pero sin alternativas, así fidelizas a tus votantes, pero no ganas a los del centro, y menos a los que presumiblemente no votarán al PSOE en las próximas elecciones. Ha sobreexpuesto a la presidente de la Comunidad de Madrid, el lugar más castigado por la pandemia, que con sus declaraciones y actos ha logrado robar titulares negativos al gobierno central, compartiendo responsabilidad en la mala gestión con este. Sin sus apariciones y declaraciones en los medios, nadie se preocuparía de si tenía competencias para frenar esto, pero ha logrado parecer corresponsable. Ha intentado parecerse a Vox, que como ya he comentado se mueve mejor en este terreno y no va a conseguir arañar votos en ese frente. Lo último ha sido lo de amenazar con no votar la nueva prorroga del estado de alarma, con todo lo que conlleva, y además con los barones del partido pidiéndole que no vote en contra y solo se abstenga, eso, creo, le ha convertido en un cadáver político.

Y a todo esto, ¿quién diseña la estrategia del PP? Realmente no lo sé, pero me temo que es un infiltrado del PSOE, porque no puedo entender todos los errores estratégicos que ha cometido este partido en una situación de la que solo podía salir ganador y, ahora, me parece dudoso, lo peor es que me da la impresión de que todo se debe a un afán de protagonismo narcisista, como apunte anteriormente, una necesidad de estar en el foco de atención en un momento en el que lo mejor era ponerse de perfil y dejar pasar el tiempo.

Una última cuestión, para los que piensen que quien soy yo para hacer estás valoraciones, he trabajado en campañas electorales desde el año 1996, trabajando para PSOE, PNV y PP, además de trabajar en la agencia de publicidad que llevaba la cuenta del PSOE. Hace años que no trabajo con políticos pero sigo planeando estrategias a los partidos como hobby.