No quiero entrar en temas personales sobre lo que me animó a llevar la mascarilla 24 horas durante un mes (empecé mi reto el 4 de octubre de 2020, a las 17:00), aunque os lo podéis imaginar: trabajo de cara al público y estoy expuesto al covid-19, pese a que en mi trabajo llevo siempre una kn95 y una pantalla facial de plástico para protegerme en la zona de los ojos. Y por otro lado no duermo solo, aunque no entraré en detalles sobre si estoy casado, si duermo con una amiga, con dos, o lo que sea, basta con que sepáis que no duermo solo.
Bueno, muchos estaréis deseando que vaya al grano de mi experiencia, y así lo haré. Empecé empleando 4 mascarillas (a veces alguna más) durante el día, del tipo kn95, y al cabo de una semana y media me pasé a las quirúrjicas, aunque con un uso mayor (no menos de seis al día). Me he visto obligado a cambiar con cierta frecuencia de mascarilla debido a un exceso de humedad.
Durante el día puedo afirmar que no solo he llevado bien la mascarilla, sino que me he llegado a sentir muy cómodo con ella, y con la sensación de estar respirando mejor aire (un aire filtrado de contaminación) que sin ella. He podido hacer incluso deporte (juego al tenis y corro) y no he experimentado ningún malestar, todo lo contrario, he comprobado que, al menos en mi caso, llevando mascarilla respiro mejor cuando realizo grandes esfuerzos.
Por la noche he tenido algunas complicaciones con el uso de la mascarilla, ya que durante las primeras tres noches se me caía (o tal vez me la quitaba durante el sueño). Intenté hacerme una mascarilla especial para dormir, especialmente anclada a la cabeza, muy resistente y fija, usando una kn95 a la que cosí una especie de cinturón elástico, pero no conseguí que funcionase. Así que decidí atarme las muñecas cada noche para inmovilizarme, lo cual resultó muy útil y pude dormir con mi kn95 habitual sin que se moviese o se cayera.
Mi experiencia de sueño ha sido muy satisfactoria, he dormido como un niño desde que me até las muñecas, aunque las primeras noches quizá me desperté más de lo habitual en mí debido a la imposibilidad de girar mi cuerpo mientras dormía. Pero lo importante es que sepáis que he respirado muy bien por las noches, sin ninguna dificultad, y al despertarme cada mañana no me he sentido en absoluto cansado sino incluso más fresco y lleno de energía que cuando dormía sin mascarilla.
En fin, estoy tan contento con la experiencia que voy a seguir llevando la mascarilla las 24 horas, de momento durante otro mes. Algunos os preguntaréis cómo me lavo los dientes, cómo me alimento, etc. Bueno, no soy ningún yihadista, he realizado mi higiene bucal con normalidad, y he comido y bebido con normalidad, aunque todo eso lo he hecho más rápido que de costumbre. Hice algunos cálculos durante mi primera semana y concluí que empleo unos quince minutos diarios de media en comer, beber y asearme, lo cual es una cantidad de tiempo intrascendente.
Si todo va bien, escribiré sobre mi experiencia a los dos meses, dentro de un mes. Cuidaos, y ya sabéis, juntos podemos con este virus, no descuidéis la distancia de seguridad, llevad puesta la mascarilla siempre y lavaos con mucha frecuencia las manos. Sed siempre obedientes, no os cuestionéis nada, ya que no hay nada que pueda cuestionarse. Estamos atravesando el que quizá sea el período más difícil de la especie humana, pero todo saldrá bien y de esta saldremos reforzados.