Hoy despedimos a SSL. El último clavo necesario para la tapa de su ataúd fue amartillado por tres investigadores a nómina de Google. No tuvo una existencia fácil. Ya desde su nacimiento demostró una debilidad que le auguraba un porvenir lleno de complicaciones. Relacionada:
www.meneame.net/story/google-revela-vulnerabilidad-tecnologia-encripta