Como padre, me esfuerzo por educar a mi hija en igualdad lo mejor que puedo. Sería completamente absurdo que le repita a diario que todos somos iguales si luego le quiero llevar a un evento que le interesa y yo me tengo que quedar fuera porque soy hombre. Además de contraproducente, resultaría humillante tener que decirle que mi género me convierte en un peligro para el resto de asistentes.
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