La clave está en un sistema que en apenas media hora de trabajo, logra sacar una toma mennekes accesible para los vehículos que aparquen al lado de la propia farola. Una instalación que estima puede tener un coste de unas 1.000 libras (1.142 euros al cambio). Un precio bastante competitivo que permite poner en marcha en caso cualquier lugar de la ciudad.
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