La IA ya pueden generar automáticamente texto, código fuente, diagnósticos médicos, imágenes, voces, música, vídeo y mucho más. Las barreras con respecto al uso de esta tecnología se están derribando rápidamente. Cualquiera puede poner en marcha herramientas para producir una cantidad casi ilimitada de contenido. Sin embargo, se espera que esto genere una reacción: en un mundo de abundancia generada por las máquinas, los servicios y experiencias centrados en el ser humano van a ser cada vez más escasos, valiosos y, por lo tanto, deseables.