Cuando los teléfonos móviles se volvieron inteligentes, muchos objetos cotidianos se encontraron con una nueva y feroz competencia. Los relojes, los despertadores, las linternas, las cámaras de fotos, los dispostivos GPS y las consolas portátiles de videojuegos son algunos de ellos. Las apps han abierto un mundo digital de infinitas posibilidades.