Si las grabaciones desencriptadas de Villarejo que implican directamente a la Cospedal en bochornosos y delictivos asuntos de las cloacas policiales del gobierno del PP, así la operación Kitchen, no sirven para nada, es decir, que no sirven ni siquiera para llamarla a declarar, es que algo falla en nuestro sistema judicial, y ese algo tiene nombre: el juez García Castellón.