La belleza de la palabra
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Soneto LXXXV

Quien dice que la ausencia causa olvido merece ser de todos olvidado. El verdadero y firme enamorado está, cuando está ausente, más perdido. Aviva la memoria su sentido; la soledad levanta su cuidado; hallarse de su bien tan apartado hace su desear más encendido. No sanan las heridas en él dadas, aunque cese el mirar que las causó, si quedan en el alma confirmadas, que si uno está con muchas cuchilladas, porque huya de quien lo acuchilló no por eso serán mejor curadas. Juan Boscán
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A la sombra de mi sombra

A la sombra de mi sombra me estoy haciendo un sombrero; sombrero de largas pajas que he recogido del suelo. Lo haré con el ala ancha, que casi llegue hasta el cielo pa' muchas veces no ver las cosas que ver no quiero. No quiero ver injusticias ni miserias; no quiero ver militares ni princesas; no quiero ver dictaduras ni pobrezas; no quier ver religiones ricas, ni reinas. Que sólo quiero yo ver a los pobres sin miseria; a los ricos sin dinero desnudos en esta tierra; a infinitos corazones unidos por el amor y unidos contra la guerra. A la sombra de mi sombra ...
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La renuncia

He renunciado a ti. No era posible Fueron vapores de la fantasía; son ficciones que a veces dan a lo inaccesible una proximidad de lejanía.  Yo me quedé mirando cómo el río se iba poniendo encinta de la estrella... hundí mis manos locas hacia ella y supe que la estrella estaba arriba... He renunciado a ti, serenamente, como renuncia a Dios el delincuente; he renunciado a ti como el mendigo que no se deja ver del viejo amigo; Como el que ve partir grandes navíos…
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Haiku 9. Paracaídas

Paracaídas abiertos sobre la luna: muerte de pluma
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Haiku 8...

Cómo disfrutan en un bando y en otro los asesinos. Mario Benedetti (Rincón de haikus)
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Haiku 7....

Frontera plena de contrabando: la de la edad.
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Haiku 6...

Ya nos reímos con risas de mañana: teme a esa deuda.
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Haiku 5...

Sé coherente como cualquier condena equivocada.
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Los arcoíris de aceite

Los arcoíris de aceite devanan sus laberintos de porfiadas imposturas arrecidos de tormentas como flores venenosas  que Baudelaire olvidó, y en el nácar de tus huesos ensayan bajorrelieves preñados de maldiciones como misterios guardados para las piedras rosetas  de algún nuevo Champolión. No me preguntes por qué. Pregúntate por qué no.
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Haikus 2 al 4

2. Toda mi vida se traza con ausencias: bajorrelieves. 3. Me abandonaste: no jugaremos juntos en el cadalso. 4. Las espirales dibujan laberintos para indecisos
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Amor Eterno, de Gustavo Adolfo Becquer

“Podrá nublarse el sol eternamente; Podrá secarse en un instante el mar; Podrá romperse el eje de la tierra Como un débil cristal. ¡todo sucederá! Podrá la muerte Cubrirme con su fúnebre crespón; Pero jamás en mí podrá apagarse La llama de tu amor.” Becquer
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Haiku 1...

Reptan despacio caracoles fakires sobre los cardos.
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Ante el otro

Y era todo simpatía.  Todo amigos guapos,  bien peinados,  relucientes en sus trajes de domingo.  Era todo admiración,  cuidadosa sensatez,  cortesía repetida  en mil parecidos lances,  cortesía que de usada  entre bostezos aflora,  cortesía funcional y funcionaria  que a la postre le funciona.  Era todo urbanidad,  correcta moderación,  templanza bien fundida  en moldes de …
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Niño yuntero (Migue Hernández)

Carne de yugo, ha nacido más humillado que bello, con el cuello perseguido por el yugo para el cuello. Nace, como la herramienta, a los golpes destinado, de una tierra descontenta y un insatisfecho arado. Entre estiércol puro y vivo de vacas, trae a la vida un alma color de olivo vieja ya y encallecida. Empieza a vivir, y empieza a morir de punta a punta levantando la corteza de su madre con la yunta. Empieza a sentir, y siente la vida como una guerra y a …
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No me escondo

“No me escondo porque no quiera escucharte, no me escondo porque no quiera verte, no me escondo porque no os quiera.  Mira dentro de mí y verás que sólo estoy deseoso de aprender cómo disfrutar de compartir.  Enséñame a querer tu compañía, enséñame el placer de jugar contigo.  Enséñame cómo disfrutar, cómo aprender y cómo enseñar.  Enséñame a hablar, a compartir y a tener amigos. …
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Hoy pregunta tú a la esfinge

Hoy pregunta tú a la esfinge y no sigas más su juego, hazte dueño del misterio que no tiene más arcano que el lodo con que se oculta, que no guarda más secreto que esos posos cenicientos con olor a columbario arrumbado en un desván. Hoy pregunta tú a la esfinge, pregúntale a dónde van los pedestales sin nombre devorados por el musgo, los airosos frontispicios orografiados de grietas, las lápidas funerarias que conservan sus …
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Año Nuevo

¿Y qué quieres que te traiga el año venidero? Nada, no quiero que me traiga nada, lo único que quiero es que no se lleve… Que no se lleve lo que ya tengo, que no se lleve el techo que nos cobija, el plato que nos alimenta, la manta que nos abriga, la luz que nos ilumina, la sonrisa de mis hijos, la salud como tesoro, el trabajo como sustento, la amistad, la compañía, los abrazos, las caricias, los “te quiero” los “te amo” los besos… que no se lleve los sueños ni los trocitos del corazón que...
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La canción de Aengus el vagabundo, W. B. Yeats

La canción de Aengus el vagabundo, W. B. Yeats

Eché a andar por el bosque de avellanos porque sentía un fuego en la cabeza, y corté y descortecé una rama y le até una baya con un hilo; y cuando echaron a volar mariposas blancas y se alejaron como estrellas titilantes, la dejé caer en un arroyo y pesqué una pequeña trucha plateada. Tras haberla dejado en el suelo fui a avivar con mi aliento la llama, pero …
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Por ti...

Por ti temo yo a la muerte,  por ti tengo miedo yo,  por ti creo en la serpiente,  por ti en la resurrección. Por ti busco la ocasión de derrotar lo evidente,  por ti levanto la frente ante tanta estupidez, por ti fui ciego una vez, por ti voy a serlo un ciento, por ti mantengo el aliento, por ti soporto la sed. Por ti escribo estas chorradas al final de mis jornadas de grisalla y sordidez. Por ti volveré a ser pez en la pecera de Judas, por ti …
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Los heraldos negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma ¡Yo no sé! Son pocos; pero son Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Serán tal vez los potros de bárbaros atilas; o los heraldos negros que nos manda la Muerte. Son las caídas hondas de los Cristos del alma, de alguna fe adorable que el Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son las …
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Poema de Paul Laverty sobre Gaza. Tiza

TIZA

Tiza.
¿Te has parado a pensar en ella desde que dejaste la escuela?
La tiza es blanda,
está hecha de trocitos
de conchas de calcita y esqueletos de plancton.
Fáciles de machacar.
La arrastra la lluvia.
¿La arrastrarán las lágrimas?
Los niños son blandos,
están hechos de huesos (proteína, colágeno, minerales, sobre todo calcio).
Fáciles de machacar.
Gaza es una bola de nieve,
el Mundo contempla su interior.
Los copos son esquirlas de metralla,
los puntitos de dentro
se amontonan formando cúmulos,
como hormigueros.
¿Sientes el calambre en la boca del estómago
por la mañana cuando…
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Peligros de Invierno (Gioconda Belli)

Este invierno está llevando todo lo que fuimos. Cada día despierto arrebujándome, arrebujándome contra tu espalda, tocándote para saber que no te has ido con el agua sonrío y me pregunto si mañana, si pronto, si algún día de estos, el llanto sucederá a la lluvia y el invierno también se meterá en la casa y no habrá mueble, estante, cortinera, donde no lave el agua los colores y nos mojemos todos entre chocorrones y …
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2 poemas breves de amor y desamor (Bécquer)

Los suspiros son aire y van al aire ¡Los suspiros son aire y van al aire! ¡Las lágrimas son agua y van al mar! Dime, mujer: cuando el amor se olvida, ¿sabes tú a dónde va? Rima XXIII Por una mirada, un mundo, por una sonrisa, un cielo, por un beso... yo no sé qué te diera por un beso. He puesto dos porque uno se hacia como corto, pero ambos preciosos :| Gustavo Adolfo Bécquer
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Recién llegado de Diuze, Guillaume Apollinaire

Recién llegado de Diuze, Guillaume Apollinaire

Hermosa fusión de poesía, grafiti, música y pintura
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Las plazas

En las plazas los niños juegan y los viejos hacen un alto en su peregrinar hasta la hora del almuerzo. es una imagen urbana, agradable, que, dependiente del día que tengas, el tiempo -con su didactismo barato- ensucia a veces con una sombra de melancolía: ¡pasa tan rápido la vida! en estos casos -como si te conociesen- aparecen los gorriones con su traje de hace siglos y sus escaramuzas entre sus zapatos, y tiran otra vez de ti hacia la luz. Karmelo C. Iribarren

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