"frase con que se da a entender que alguno, pudiendo aplicarse a cosas útiles y provechosas, se entrega a las inútiles e insustanciales, por no trabajar y por andarse a la briba".
En su origen, esta expresión significó irse con una prostituta, porque la ley obligaba a estas mujeres a usar jubón de picos pardos para distinguirlas del resto de féminas.
Montoto, en Un paquete de cartas escribe: "Los picos, o los mantos con picos pardos fueron, según leí no recuerdo en cuál autor, distintivo de las mujeres de vida airada, mozas de partido, etc. En tiempos pasados, las tales tenían que vestir como se les ordenaba".