Todos tenemos en la memoria el famoso anuncio de BMW en el que, por primera vez, no se enseñaba el coche, si no que se vendía la sensación placentera de conducir. ¿Recuerdas el anuncio en el que un conductor saca la mano por la ventanilla y juega con el viento por el mero placer de conducir?.
Pues este perrito o lo ha visto y lo imita, o simplemente es que le gusta conducir. O la sensación que da, porque, evidentemente, conducir no puede, pero sí sacar las patas y la cabeza para sentir