Si eres joven y te crees esta milonga, conviene que contrastes la información. En esa etapa de “reconciliación” posterior a la guerra civil, mi abuelo, por ejemplo, se pasó 3 años en prisión, de 1939 a 1942. Recibía una paliza a la semana y una ducha desnudo a base de manguerazos de agua fría en el patio de la cárcel, en el crudo invierno de Valladolid. Mi abuela recogía cada semana una muda ensangrentada y le llevaba una limpia...