Después de su primer examen de próstata, Chip Gutchell descubre que le gusta introducir objetos en su recto. Y también animales. Y personas. Entonces las desapariciones atraen la atención del detective Russel Fox. Una sincera reflexión sobre adicción y colapso familiar, utilizando personajes bien escritos, algunos surrealistas conceptos de ciencia ficción, y un excelente estilo visual que rinde tributo al cine policíaco de los noventa, sin caer en forzados clichés "retro".