Las movilizaciones contra los efectos nocivos del turismo de masas se suceden en todas partes: de Venecia a Barcelona, de Canarias a Baleares, de la verde Cantabria al castizo Lavapiés. Hemos tardado años en comprender esa cara B del turismo, y ahora nos enfrentamos a la contradicción de querer protegernos del impacto del turismo en nuestros pueblos y ciudades, al mismo tiempo que miramos las ofertas más económicas para poder irnos de vacaciones.
|
etiquetas: turismo , calidad , ricos , social