Una neblina de recuerdos confusos, olvidos y desmemoria tiñen las dos últimas décadas de la vida de Carlota Suñé Font, de 50 años. En 2004 debutó con un trastorno bipolar y durante los siguientes 15 años penduló entre las fases depresivas y maníacas de la enfermedad, sin control ni solución: ni las 30 pastillas diarias que se tomaba ni la terapia con electrochoque acababan de resolver a largo plazo sus brotes de euforia o tristeza absoluta. “Fue una etapa muy triste. No me acuerdo de casi nada. Siento que me han robado la vida”, explica. Ahora
|
etiquetas: electroestimulacion
También creo que la psiquiatría y la psicología son disciplinas del conocimiento muy jóvenes y con mucho menos conocimiento que ignorancia...
A mi juicio, podría haber un error en el enfoque en lo relativo A lo que se llama salud mental... Nunca creo que el enfoque médico sea apropiado para tratar con el bienestar emocional.
Me… » ver todo el comentario