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Señora Esperanza Aguirre: de una sexagenaria a otra

Aprendí hace tiempo que lo que puede ser tolerable ingenuidad en la veintena es, pocos años después, inaceptable manipulación entreverada de soberbia. No le tolero, Sra. Aguirre, de sexagenaria a sexagenaria, que diluya su arrogancia de ex-condesa y ex-grande de nada en una petición de perdón que no se concreta en dimisiones. Sra. Esperanza Aguirre, crezca usted. Deje de fingir ese modo pizpireto sobre un chapapote de corrupción que se ha n Quería usted ser la Margaret Thatcher madrileña, pero se está quedando en un triste remedo de La Chata.

| etiquetas: aguirre , castells , corrupción

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