Los defensores de la enseñanza pública (estatal), con sus camisetas verdes, venden la educación pública(estatal), como un sumario de todo lo bueno. Hablan de la calidad, de la solidaridad, de la profesionalidad... Los hay que se tragan el cuento y salen a la calle a liarla. Otros, la mayoría, en cuanto tienen un céntimo más envían a sus hijos a la enseñanza privada que,por cierto, también es pública como público es un restaurante o un hotel. Casi nadie critica la enseñanza estatal por miedo a que le tachen de facha o, peor, neoliberal, ese coco