Rajoy, que ha afrontado dos huelgas generales en un año, preguntado esta semana en el diario argentino La Nación si le preocupa “tener cada vez más violencia en las calles”, contestaba: “No es la mejor de las situaciones, y me preocupa, ¿cómo no me va a preocupar?”. Por eso, fuentes del Gobierno admiten la necesidad de cambiar el ritmo para estudiar medidas paliativas, como la de los desahucios, para hacer frente a esa exclusión social. La dificultad, admiten, es la falta de recursos públicos, especialmente en comunidades y ayuntamientos.