Las guerras que se luchan contra un concepto (contra las drogas, contra el terrorismo) tienen el problema de ser muy aparatosas pero poco efectivas. Durante la Cumbre de las Américas, en Cartagena, se vio por primera vez a gobiernos hablando en abierto sobre la posibilidad de la legalización de las drogas u otras medidas más efectivas, al parecer gracias, entre otras cosas, al trabajo del presidente de Guatemala. Por supuesto, aquello no prosperó, aunque es un primer movimiento que parece que tendrá recorrido.