Los departamentos de policía y las fuerzas del orden recopilan cada vez más información personal mediante drones, también conocidos como vehículos aéreos no tripulados. Además de cámaras fotográficas y de vídeo de alta resolución, los drones policiales pueden ir equipados con innumerables cargas útiles de espionaje, como transmisores de vídeo en directo, imágenes térmicas, sensores de calor, tecnología cartográfica, lectores automáticos de matrículas, simuladores de emplazamientos celulares, interceptores de señales de telefonía móvil...