Desde los samuráis a Yukio Mishima, los pilotos kamikazes o Madame Butterfly, muchos eligieron una muerte tremendamente dolorosa antes que una vida de deshonor. El ritual formaba parte del bushidō, el código ético de los samuráis. Estos lo realizaban de forma voluntaria, para morir con honor cuando estaban a punto de caer en manos del enemigo y ser torturados.

No; ni eran locos, ni fanáticos, ni chicos sin estudios a los que el Estado había lavado el cerebro. Su perfil se correspondía, más bien, con el de prometedores estudiantes especializados en derecho, literatura y arte a los que su sentido del deber les llevaba a poner la vida al servicio de Japón para conseguir detener el avance Aliado en el frente del Pacífico.

Loreto Dolz, hermana de la víctima del accidente del kamikaze indultado, quiere que este vuelva a prisión.

Minoru Honda fue uno de los mejores pilotos de caza de Japón. Siempre fue muy crítico con la mentalidad de los militares japoneses. Creía que la cultura del sacrificio en la que eran educados era una carga que les empujaba a asumir riesgos inútiles. En 1944 tuvo que instruir a pilotos novatos asignados a ataques kamikaze. Fue una tarea que sin duda aumentó su odio hacia la oficialidad japonesa, un odio que ya sentía antes del comienzo de las misiones kamikaze. El origen de su rencor estaba en una situación absurda que había vivido un año antes.

Un militar británico preguntó a pilotos de la Real Fuerza Aérea (RAF) si aceptarían llevar a cabo operaciones kamikaze como último recurso para impedir un atentado terrorista, admitió el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Un portavoz de este departamento respondió así a la información publicada en el diario 'The Sun', que afirma que el vicemariscal del aire David Walker hizo tal pregunta, aunque puntualizó que el militar no quiso insinuar que ordenaría misiones suicidas.

El domingo 7 de julio de 1985 Gail Katz desapareció. Sus padres nunca tuvieron esperanzas de que apareciera con vida: creían que estaba muerta y que la había matado su esposo, Robert Bierenbaum. La historia de un psicópata, de una mujer que no dejó de buscar la verdad y de un caso que se cerró en 2021 luego de que el homicida dijera la verdad: “Era inmaduro. No podía manejar mi furia”

Un piloto español ha muerto este domingo después de que el avión que conducía chocase con otro durante un festival aéreo realizado en la localidad de Beja (sur de Portugal), en un accidente que causó además un herido de nacionalidad lusa. El fallecido era piloto de la patrulla acrobática ibérica Yakstars, constituida por españoles y portugueses, y participaba en el festival Beja AirShow, informó en un comunicado la Fuerza Aérea Portuguesa.

Una piloto española quedó grabada al momento en el que aseguraba odior el acento y la manera en la que hablan los ticos (Costa Rica). Dicha situación ocurrió el pasado 2 de mayo cuando el vuelo IBA317 MAD-SJO de la aerolínea española Iberia ya se encontraba aterrizando en el Aeropuerto Juan Santamaría.

El conductor circulaba bajo los efectos del alcohol.

El 72% de los que se beneficiaron del modelo experimental dejó de vivir en la calle, por solo el 50% de los que buscaron empleo por los cauces habituales. Hogar Sí y el Ministerio de Inclusión logran el triple de éxito con un proyecto experimental de inserción laboral, financiado con fondos europeos. Este gasto posteriormente se recupera en cotizaciones de los colocados.

En 1967, la mayoría de los creadores de la serie de TV Batman intentaron crear una serie sobre Dick Tracy. Este es el piloto que no salió adelante... con el demasiado oportuno título de "El complot para matar a la OTAN". Un caballero llamado Ray MacDonnell - que más tarde tuvo una carrera de 40 años como personaje en la telenovela All My Children - tenía el papel principal. No está mal, pero no estoy seguro de que sus creadores supieran hasta qué punto ridiculizaban el material original, como hicieron con el Batman de Adam West.

El piloto y el copiloto de un avión que transportaba a 153 pasajeros se quedaron dormidos al mismo tiempo durante media hora, lo que provocó una serie de errores de navegación que, afortunadamente, no causaron un accidente.

Christian Pokorski, piloto del gigantesco A380 en Lufthansa, operó hace unos días su último vuelo antes de afrontar su jubilación. Lo hizo en el aeropuerto de Los Ángeles con una maniobra que ha despertado la polémica en redes sociales. Realizó un “wing wave” en el momento del despegue a modo de saludo, es decir, inclinó las alas de un lado para el otro, como se observa en el vídeo.

La desesperación por el inminente final llevó a algunos jerarcas y combatientes del Tercer Reich a pergeñar misiones suicidas en el epílogo del conflicto. La oposición de Hitler y los detalles de los proyectos

La formación se convirtió en un asunto de Estado para el Imperio español, creándose una cátedra en el Arte de Navegar que la Casa de la Contratación de Sevilla impartió durante los siglos XVI y XVII

Según recoge Flightradar24, el responsable de este dibujo despegó desde el aeropuerto regional Bellefontaine de Ohio (Estados Unidos) a las 20:47 del pasado sábado. Después de seis horas de trabajo, este aterrizaba a las 2:47 de la madrugada del domingo en ese mismo aeropuerto dejando un mensaje de lo más anecdótico. En las imágenes en cuestión se puede ver el dibujo de un pene de grandes dimensiones acompañado de un mensaje en su interior. En él se puede leer la frase 'See ya', que traducido al castellano es 'Nos vemos'.

Primero se investigó como un ajuste de cuentas, ya que la víctima recibió media docena de impactos de bala y, según testigos, el vehículo en el que huyeron los asesinos arrolló el cuerpo