Si existe un subgénero erótico encasillado en el estereotipo más sexista, es el de las criadas y pornochachas en el porno. No hay mayor cliché que una asistenta del hogar (cómicamente llamada pornochacha) que termina follando con el señorito de la casa, como un plus laboral después de limpiar. En los vídeos porno no son pocas las escenas donde las criadas son usadas abusivamente y se practica el sexo con ellas como si pertenecieran al amo de la casa.

Una semana más recordamos viejos oficios y labores artesanas.

Los endémicos pájaros meleros del archipiélago, de vivos colores, están muriendo de malaria transmitida por mosquitos introducidos por primera vez por barcos europeos y estadounidenses en el siglo XIX. Al haber evolucionado sin inmunidad a la enfermedad, las aves pueden morir tras una sola picadura. Treinta y tres especies de trepadoras se han extinguido y muchas de las 17 que quedan están en grave peligro de extinción, por lo que se teme que algunas se extingan en un año si no se toman medidas.

Estos pájaros acojonan más que los de la célebre película de Hitchcock

Se trata de un movimiento que asegura que los pájaros no existen y que, hoy en día, son drones de los gobiernos que utilizan para vigilar a la ciudadanía. Con lemas como "pajas sí, pájaros no", "A.V.E = Aparato Volador de Espionaje" o, directamente, "Los pájaros no existen", los jóvenes que dicen seguir esta mezcolanza de pensamientos conspiranoicos, montaron un buen pollo en una de las plazas que, irónicamente, mayor concentración de palomas tiene en la ciudad. Lo cierto es, sin embargo, que se trata de un movimiento satírico que, precisamente

El papamoscas narciso (Ficedula narcissina), es una especie de ave paseriforme de la familia Muscicapidae nativo de Asia. El nombre del ave es una referencia al color amarillo de muchas variedades de flores de narciso.

La imagen de portada forma parte del salvaje ritual que sigue a la degustación del animal. Posiblemente, no hay un plato tan impactante, tanto, que las normas dictan que debe comerse con una servilleta sobre la cabeza del comensal, ya sea para retener los olores como para, quizás, ocultar el rostro ante la vergüenza de tanta lujuria. La forma en que van a degustar el ave se sale de cualquier otra convención, aunque su preparación es igual o más impactante y controvertida.

Hace más de cien años un avión enorme, L'Oiseau Canari, aterrizó sobre la playa de Oyambre, en Cantabria. Viajaban allí cuatro hombres, los primeros que cruzaron el Atlántico volando de oeste a este. Tres eran galos, otro, un periodista yanqui, se convirtió en el primer polizón aéreo de la historia.

Foro denuncia el caso y exige al Principado «dar explicaciones por esta anomalía».