Se llamaba Marcos y tenía 46 años. Era el socio inseparable de Francisco Javier M.P., alias Kiko el Cabra, que es el piloto que ha matado a dos guardia civiles tras arrollarlos con una narcolancha en Barbate. Los dos se dedicaban a "las gomas", que es como se conoce coloquialmente al pilotaje de las planeadoras que transportan la droga por el Estrecho. Pero Marcos falleció a finales de enero y Kiko el Cabra prometió venganza. Los agentes de la patrullera se habrían acercado a la narcolancha. La vieron detenida y sin nadie a bordo.

Las autoridades apuntan a Francisco Javier 'El Cabra', de 46 años, como el posible piloto de la narcolancha que embistió a una patrullera de la Guardia Civil.Kiko 'El Cabra' es natural de la Línea de la Concepción y vecinos de la zona aseguran que lleva desde los 13 años aprendiendo a pilotar narcolanchas, ya que apenas siendo un adolescente comenzó con el contrabando de tabaco procedente de Gibraltar. Su mote nació, precisamente, por su temeraria conducción y su personalidad impetuosa.

Kiko Veneno / Me siento en la cama en directo (version Doble Vivo)Canción "Me siento en la cama" de Kiko Veneno. Versión en directo con la Banda del Retumbe y el cuarteto Bético de cuerdas, según los arreglos del "Doble vivo".

La sentencia concluye que ‘ser personaje público no se hereda’. Que tus padres sean famosos no te hace ti figura pública, sobre todo cuando siempre has rechazado dar entrevistas y hablar con medios, como ha sido el caso de Julia… El hecho de que Julia publicara en Instagram muchas fotos personales no es excusa para que un medio o una tele las coja sin permiso expreso para destripar su vida”, cierra la abogada de Julia Janeiro.

(...) En el pódcast The wild project, el ‘Maravilloso Ser’ Kiko Rivera habló de su madre, de su infancia, de la fama y, cómo no, de la mala vida que le dio esa madre, esa infancia y esa fama: «No tenía problemas económicos, pero tenía problemas peores. El vicio en todo su esplendor». Y aquí no exagera, al contrario: «Me podría haber muerto en una de mis noches locas, que me he puesto 10 gramos de cocaína. He consumido durante muchos años a diario. Bastante bien estoy. Me arruiné y tenía ocho millones en el banco. Me los gasté en dos años».

A Kiko Veneno, payo con estudios que venía de California, le acusaron de haber distanciado a los hermanos Amador, dos gitanos de las 3000 viviendas, del flamenco verdadero. Sin embargo, Raimundo era un rebelde de verdad y bastaba que le dijeran que no debía hacer algo para que lo hiciera. El disco de ambos con Veneno fue una joya de la fusión del flamenco con el rock, pero no vendió más que pocos centenares. De su concierto de despedida en Barcelona tuvieron que volver robando la gasolina. Sin embargo, el disco ahora es un clásico